Tamberos reciben casi la mitad del valor de cada tonelada de leche en polvo exportada
La liquidación sistemática de ese negocio explica el estancamiento del sector. Datos del Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos.
Lecheria Latina
La mejor manera de asegurar el desarrollo de la producción lechera –base primordial para el crecimiento de la cadena de valor láctea– es promover la fabricación de leche en polvo.
La participación de los tamberos argentinos en el precio final FOB de la leche en polvo entera es del 47.4%, mientras que la del sector industrial y comercial es del 28.6% y 18.0% respectivamente. El 6.0% restante corresponde a impuestos.
Así lo indica un estudio realizado por técnicos del Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos –con costos promedio del trimestre comprendido entre julio y septiembre de 2015– a pedido de la Fundación para la Promoción y el Desarrollo de la Cadena Láctea Argentina (Fundación PEL).
La historia reciente confirma tal evidencia fáctica: el estancamiento de la lechería argentina registrado en la última década se explica por las constantes políticas orientadas a cercenar el negocio de la leche en polvo cuando el mismo presentaba buenos márgenes de rentabilidad.
En el salón de la fama de tales políticas se encuentra la elevación en julio de 2005 del 5% al 15% del derecho de exportación aplicado a la leche en polvo decidida por el entonces ministro de Economía Roberto Lavagna, la implementación de un precio máximo móvil para las ventas externas de leche en polvo entera aplicada por la entonces ministra de Economía Felisa Miceli en noviembre de 2007 y el cierre temporario de las exportaciones instrumentado por el secretario de Comercio Augusto Costa en marzo de 2014.
En el caso de la leche fluida y larga vida –productos que se consumen en el mercado interno– la participación de los tamberos en el precio final de ambos es de 21.1% y 15.9% respectivamente, mientras que en quesos es del 27.9% según datos del Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos.
Uno de los principales problemas presentes en la cadena láctea argentina es la enorme participación del sector comercial –fundamentalmente supermercadista– en la captura de valor de los productos. En el casos de los quesos, por ejemplo, la misma es del 31.0% versus un 24.2% del sector industrial.
En 2014, según estimaciones de la Fundación PEL, la producción lechera argentina fue de 10.997 millones de litros versus 9169 millones en 2004 (+20%).
Las últimas estadísticas oficiales sobre producción lechera argentina corresponden al año 2013. En ese mismo período la producción uruguaya pasó de 1276 a 2003 millones de litros (+57%), según datos de Inale.
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