Con la regulación también desaparece la carne de cochino
Hugo J. Boscán El Impulso
Con los nuevos precios fijados por el gobierno Nacional para la carne de cerdo, ésta también tiende a desaparecer del mercado debido a que los comerciantes del rubro no están en condiciones de acatarlos.
Como se informó, el vicepresidente ejefcutivo, Jorge Arreaza, anunció en Quíbor los nuevos precios que dejan el pernil en 585,95, el lomo en 732,44, la costilla en 527,36, la chuleta en 669,74, la paleta en 427,16 y el tocino en 239,80, así como el cerdo en canal a puerta de corral en 240 bolívares el kilo.
Aún cuando la regulación no había aparecido en gaceta hasta este domingo, muchas personas acudieron a carnicerías y supermercados a proveerse del producto, sobre todo aquellas con intenciones de elaborar las tradicionales hallacas navideñas.
Sin embargo, en la mayoría de las carnicerías visitadas no se observó aglomeración de compradores y los carniceros coincidieron en que todo estaba normal.
Las personas adquirían el pernil y otros cortes de cerdo a precios fuera de la regulación, lo que no se cree ocurrirá este lunes cuando los fiscales de la Superintendencia de Precios Justos inicien la inspección de los establecimientos del ramo.
Y como ha ocurrido anteriormente, las fiscalizaciones se iniciarán en los mercados municipales contra los que, de acuerdo a denuncias, se han cometido excesos.
Pero Julio Vergara, con muchos años en el comercio de carne en el municipio Jiménez, dijo que no pueden trabajar con los precios fijados oficialmente pues ellos compran el cochino a 720 bolívares el kilo y no pueden trabajar a pérdida.
En primer lugar, explicó, porque si ellos adquieren el cochino a puerta de corral a 240 bolívares el kilo y cuando lo benefician se reducen considerablemente los cortes, a lo que se debe agregar los gastos por concepto de traslado y matadero y cuando lo reciben de distribuidores es a 720.
Para Vergara, el gobierno está errado al fijar precios a nivel de los minoristas y no de mataderos o distribuidores.
“Como siempre, nos regulan a nosotros que somos quienes damos la cara a la gente, pero no hacen nada con quienes nos suministran el producto”, argumentó.
Pronostica que con el cerdo pasará lo mismo que con la carne de res y los huevos, que desaparecerá del mercado o solamente lo venderán los negocios grandes.
“En pocos días tendremos los refrigeradores vacíos porque a ese precio no podemos trabajar “, expresó.
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