La biotecnología es más que alimentos transgénicos
Werner Gutiérrez: «Venezuela es el museo de la agricultura mundial»

En la Universidad del Zulia están impulsando el uso de biofertilizantes, bioprotectores y bioestimuladores, sustancias naturales que potencian los cultivos.

RAFAELA ACOSTA  Que Pasa

Werner Gutiérrez, profesor de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia (LUZ) fue consultado por QUÉ PASA sobre el uso de la biotecnología y su relevancia de aplicarse en los cultivos venezolanos. En ese sentido manifestó que si el país insiste en seguir transitando por el camino que vamos hasta ahora, no avanzará en comparación con otros países, porque se está quedando con las tecnologías obsoletas del mundo.

«Venezuela hoy en día es el dinosaurio, el museo de la agricultura mundial, luego de haber sido en la década de los 70 y 80, donde se probaba la tecnología antes de introducirla en Latinoamérica», sostuvo el docente.

Explicó que desde hace siete años no se introduce una nueva molécula en el caso de herbicidas al mercado nacional, mientras que el resto del mundo trabaja con moléculas que buscan inocuidad, que al aplicar un plaguicidas en el campo no tenga efectos en el ambiente, contra el usuario, o el consumidor; «en el país se trabajan con los mismos herbicidas de hace 10 o 15 años».

Recordó que en Venezuela está prohibido el uso de transgénicos, pero aclaró que la biotecnología es muy amplia, «el uso de cultivos transgénicos o cultivos genéticamente modificados solamente es una parte».

Biotecnología

El además presidente de la Sociedad Venezolana para el Combate de Malezas, explicó que la unidad técnica fito sanitaria, del laboratorio de microbiología agrícola de la facultad, está haciendo e impulsando una parte de la biotecnología favorable al ambiente; que es el uso de biofertilizantes, bioprotectores y bioestimuladores, sustancias de origen natural, que se utilizan en los cultivos, para darle mayor crecimiento, más vigor, y la posibilidad al propio cultivo mediante hongos benéficos, protegerse de hongos patógenos, «eso es biotecnología; el uso de micorrizas, hongos benéficos para que el cultivo pueda absorber de mejor manera agua y nutrientes del suelo».

«O Venezuela se monta en la ola de la tecnología o nosotros vamos a seguir viendo caer año a año nuestro rendimiento. Venezuela tiene hoy en día el reto de traer la agricultura del futuro al presente», sostuvo Werner.

Señaló que la agricultura que se está planteando para los próximos 20 años, que incluye el uso de biotecnología, contempla el uso de drones en la agricultura, la agricultura de precisión, la siembra directa, el uso de bioinsumos como biofertilizantes, bioplaguicidas, bioprotectores, «toda esa tecnología que ya está en otros países en uso y que se proyecta como la agricultura del futuro, nosotros tenemos que traerla al presente si queremos superar el problema que tenemos».

Asimismo, señaló que el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (Inia), el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), y Agropatria, tienen una línea estratégica de producción de biofertilizantes, bioprotectores y bioestimuladores, sin embargo, expuso que no hay apropiación por parte de los agricultores venezolanos de esa tecnología, que destacó es muy beneficiosa porque disminuye el uso de fertilizantes, de plaguicidas, el impacto de la agricultura en el ambiente, reduce los costos, mejora las condiciones ambientales a futuro, y no hay riesgos para el usuario ni para el consumidor y forma parte de la biotecnología.

Manifestó que si un agricultor venezolano quiere comprar el inoculo para usar micorrizas en su campo no lo consigue, o el tricoderma, otro hongo benéfico que se utiliza para bioproteger a las plantas.

Con respecto a los drones, apuntó que estos son utilizados para supervisar el campo, tomar imágenes aéreas y poder saber si hay un ataque de plagas o enfermedades, dado que en todo el mundo la mano de obra para la agricultura es escasa; y se calcula que para el 2050 solo el 30% de la población mundial viva en áreas rurales. Agregó que hay países donde están evaluando que sean robots los que apliquen en el campo los químicos o bioquímicos.

Dijo que países como Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, utilizan ya esa tecnología.

Sobre la agricultura de precisión, Gutiérrez expresó que los productores tienen una fórmula para trabajar el suelo y utilizan la misma para toda la superficie, mientras que en la agricultura de precisión se indica qué recursos utilizar para el tipo de suelo, lo que permite un mejor uso de los insumos.

Transgénicos

El también exdecano de la Facultad de Agronomía de LUZ, explicó que en los organismos genéticamente modificados o cultivos transgénicos se modifica el ADN del organismo o planta para introducirle una cualidad favorable o la resistencia a la sequía,  temperaturas o humedad, pero señaló que no solo se modifican para condiciones adversas. Manifestó que Chile anunció la producción masiva de tomates modificados genéticamente para producir sustancias a gran escala que se utilizan en el área cosmetológica, también se ha modificado genéticamente el maíz para que tenga mayor contenido de vitaminas. «El área de los organismos genéticamente modificados es infinita y se está abriendo no solo a la alimentación sino a la industria farmacológica, cosmetológica», dijo el profesor universitario.

Resaltó que incluso en otros países, se ha logrado que una planta de tomates, perteneciente a la misma familia que la planta de papas, produzca arriba tomates y bajo la tierra papas. La planta se llama tomtato.

Beneficios y consecuencias

El profesor Werner también fue consultado por este rotativo sobre las ventajas y desventajas de la biotecnología, y puntualizó que desde el punto de vista agronómico es una ventaja porque permite la disminución de insecticidas, fungicidas y herbicidas, porque se tienen materiales genéticos de cultivos adaptados que soportan plagas y enfermedades.

En referencia a las desventajas, sostuvo que la mayoría de las personas que adversan el uso de cultivos transgénicos argumentan que pueden causar problemas de salud, sin embargo, expresó que hay investigaciones que lo demuestran y otras que lo contradicen.

Añadió que otra desventaja es la resistencia a herbicidas la cual pudiera ser transferida a otras plantas de la zona. Además de la producción de semillas resistentes a una determinada condición, por lo que el agricultor estaría eternamente amarrado a comprarle la semilla a las empresas como Monsanto, Dupont y Bayer.

Ante ello refirió que en muchos países, entre ellos España, la producción de cultivos transgénicos, es desarrollada por el propio Gobierno. «Venezuela pudiera hacer lo mismo, porque si Agropatria, tiene dentro de su estructura productoras de semillas está en capacidad».

El futuro

El ingeniero agrónomo también expuso que hay una situación en Venezuela que preocupa con miras al futuro, hacia el año 2030 y 2050, que es el año que se está colocando como año referencial. «El mundo en el año 2050 va a tener 9 mil millones de personas», actualmente tenemos alrededor de 7 mil millones de personas, para ese entonces, se calcula que de aquí allá el mundo debe incrementar la producción de alimentos entre 70% y 100%. «Está demostrado que la única manera de que el mundo pueda duplicar su producción de alimentos en escasamente 36 años es a través del uso de la biotecnología, de cultivos transgénicos como una alternativa, pero la biotecnología en general».

Prohibición de transgénicos en Venezuela
Luego que un grupo de científicos de la Universidad de Los Andes experimentara en 1997 con una lechosa modificando el organismo de esta, el Estado venezolano dictaminó una providencia que no permite la manipulación, experimentación o cultivo de un organismo modificado genéticamente (OMG), hasta que no exista una legislación que lo regule.

Luego el 22 de abril de 2002, el presidente de la república Hugo Chávez, dictaminó que en el país quedaba totalmente prohibida cualquier cosecha de transgénicos.

La planta tomtato produce tomates arriba y papas bajo la tierra