JULIÁN CASTRO MARRERO
La atención
zoosanitaria conlleva la activación de medidas tendientes a mejorar la salud de los animales,
con los consiguientes impactos sobre su capacidad productiva y el comercio
pecuario, así como de la protección a la salud pública.
Las instituciones oficiales
deben disponer de una organización e infraestructura que den a los productores
accesibilidad a este tipo de atención, para lo cual hay que crear racionalidad en la capacidad operativa de las
unidades de campo, en cuanto al número existente y a la disponibilidad de
recursos humanos y materiales, acordes
con la demanda de servicios de la zona que deben atender.
La oficina local
de los servicios veterinarios oficiales (SVO) constituye célula fundamental
para la formación del tejido funcional de la atención veterinaria gubernamental
a la pecuaria de un país. Como tal, instaurarla en el mayor número de
municipios existentes, permite obtener una cobertura geográfica, que da presencia en el campo de cooperación
técnica en materia de producción, sanidad animal y salud pública. Ubicándolas siguiendo un orden y prioridad de acuerdo a
la importancia ganadera de esas divisiones político-administrativas.
Esta presencia gubernamental en el campo debe
expresarse en hacer conocer e instrumentar los planes y programas de la
política pecuaria, y la manera de participar en ellos, llevar actividades de control
de transito de ganado,educación sanitaria, instrumentar vigilancia
epidemiológica y realizar la necesaria
articulación inter- institucional, con énfasis en sus relaciones con la cadena
productiva pecuaria. Merece mención
aparte, de que es en esta delegación institucional donde se hace propicio el
registro de las unidades de producción y la población animal existente, data de
vital importancia para la planificación y evaluación de políticas y programas.
La constitución
de la oficina local, en lo que corresponde a infraestructura, equipos,
materiales y asignación de personal (en número y formación académica), debe ser
ajustada a la demanda establecida por la población ganadera existente en el
área geográfica a cubrir, su perfil epidemiológico, sistemas de producción
existentes y ubicación geográfica, en esta ultima condición, teniendo en
consideración sí estaría situada cercana de aeropuertos, puertos o puestos
fronterizos; así como de ríos o del mar.
La atención
sanitaria veterinaria gubernamental se ha colocado en un papel de planificar, normar, vigilar
epidemiológicamente, controlar epidemias y focos de enfermedades de los
animales, regir sanitariamente la dotación de insumos pecuarios y las
importaciones y exportaciones de animales y sus productos.
Esta situación
conlleva, a que no actuando los servicios oficiales mayoritariamente en la
ejecución de tareas u operaciones propias del campo, como las vacunaciones,
diagnósticos y tratamientos, deban asumir un rol de promotor, y para actuar
bajo esta estrategia hay que producir una política institucional, formalizando
así sus responsabilidades, deberes y compromisos.
Siendo de capital importancia
formar a los funcionarios para que sean capaces de articular el servicio de
forma intersectorial, promover la participación social y movilizar los recursos
existentes en las instituciones oficiales y privadas del sector en su
jurisdicción.
Una conceptuación de acción como es la promoción, exige un vasto proceso educacional tanto hacia la institución oficial como a su entorno social, para cambiar la tradicional forma de actuar, y profundizar los avances logrados hasta ahora en participación y concertación en torno a los programas sanitarios y desarrollo ganadero. Debiendo disponer a ese nivel de instrumentos metodológicos, técnicos-sanitarios y de competencias comunicacionales para cubrir estas exigencias educativas.
El proceso de
atención zoosanitaria por su naturaleza debe ser descentralizado técnica y
administrativamente, en el manejo de sus recursos e instrumentación de
estrategias sanitarias, y mecanismos tácticos y operativos de los programas a
llevar a cabo. Fortaleciendo la toma de decisiones en la oficina local, que es
en la jurisdicción donde ocurren los episodios sanitarios, se genera la
información y se demanda una oportuna respuesta.
Estas
dependencias oficiales locales necesitan trabajar para crear un tejido social
de sustentación para su gestión. Trabajo este dirigido a crear espacios de
participación social y concertación, principalmente con los representantes de
las cadenas productivas pecuarias. Objeto de optimizar el manejo eficiente de
los recursos asignados, facilitar la descentralización y aumentar la capacidad
de respuesta del servicio.
La marcha de los
programas tiene más viabilidad si cuenta como insumo con iniciativas de los
actores sociales involucrados, ya que permite obtener respuestas eficientes a
las exigencias de las acciones a emprender, para la consecución de sus
propósitos.
Son estos actores locales quienes están directamente afectados y,
por lo tanto, manejan un mejor conocimiento para recomendar los modos y maneras
de incorporar tecnología para las buenas prácticas de salud y producción animal.
De esta forma, es posible combinar la propuesta de los planificadores y
especialistas con la identidad colectiva, expresada en los recursos locales,
las potencialidades humanas, las herencias del pasado, sus trabajos, sus
creencias y sistemas de vida.
En el nivel
local se ha de constituir en la base fundamental de observación y análisis de
la ocurrencia de las enfermedades de los animales, de su distribución en el
tiempo y espacio, y de los factores de su determinación. Para lo cual debe
realizar en su jurisdicción las caracterizaciones de: los sistemas pecuarios de
producción, de los ecosistemas de las enfermedades y del riesgo de su aparición
o incremento en su ocurrencia. La oficina oficial de sanidad animal con su
estructura y el apoyo de Gremios de Productores, Colegios Profesionales,
Instituciones Educativas y Autoridades de otros entes oficiales forman una
unidad informante para el sistema nacional de vigilancia epidemiológica.
El Sistema
Nacional de Vigilancia Epidemiológica constituye un mecanismo que permite
observar de cerca y en forma permanente los aspectos de la conducta y las
variables condicionantes al proceso salud-enfermedad. Mediante la
identificación de los hechos, la recolección, análisis e interpretación
sistemática de los datos, la divulgación de los resultados y de las
recomendaciones para instrumentar las acciones que correspondan.
La oficina local
es el instrumento para nuclear la utilización de Médicos Veterinarios de
ejercicio privado debidamente acreditados, para obtener una mayor cobertura de
atención zoosanitaria, tanto en lo geográfico como en actividades sanitarias. Prestando
servicios en áreas como:
Programas
sanitarios de combate de las enfermedades de los animales.
Certificación
sanitaria de granjas y fincas libres.
Inspección
y certificación de propiedades, mercancías o animales para exportación.
Diagnósticos
de laboratorio.
Regentar
establecimientos farmacéuticos veterinarios.
Registrar industrias
farmacéuticas veterinarias y productos fármaco-químicos y biológicos.
Realizar y
validar ensayos para control de calidad de productos fármaco-químicos y
biológicos sea para registro o distribución.
Inspección
sanitaria en mataderos, frigoríficos, fábricas o distribuidoras de alimentos.
Inspección
de fábrica de alimentos para animales y control de calidad de estos.
Inspección
y certificación de granjas avícolas e incubadoras.
Dictado de
cursos y capacitaciones exigidas para optar a acreditaciones o certificaciones
oficiales
Para instaurar
la acreditación y darle sostenibilidad es importante disponer de normas que
establezcan el marco legal de actuación, los requisitos de registro para
incorporarse, actividades a llevar a cabo, derechos y deberes, sanciones y
tiempo de vigencia de la acreditación. Así como la capacitación de todos los médicos veterinarios que se incorporen al sistema
confiere fiabilidad y eficacia a éste, y armonización de conocimientos en los
participantes, contemplándose a su vez la continuidad en la formación con
actualizaciones periódicas.
Los
SVO tienen en la oficina local su punta de lanza, y como tal deben accionar
institucionalmente para que estas formen entre todas su base de sustentación,
para dar mayor calidad y cantidad en la atención zoosanitaria que demanda un
país.
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