El país por Rehacer
No se termina de comprender que el mundo gira en positivo, no en negativo.
PEDRO E. PIÑATE B. | EL UNIVERSAL
Del cómo y por qué se vino a menos Venezuela después que tanto costó construirla en el siglo XX, la Historia dará debida cuenta estableciendo las responsabilidades.
Para entonces si en vez de insistir hoy quienes gobiernan en sus políticas fracasadas se dedicaran junto al sector privado a rehacer el país sin más pérdida de tiempo, las nuevas generaciones de venezolanos podrán vivir igual o mejor que hoy vive la gente civilizada en los países desarrollados.
Por el contrario, si persisten en el camino equivocado, tras perder al desarrollo la primera década y la mitad de la segunda década del siglo XXI, Venezuela seguirá entre las últimas economías del mundo, o sea, entre las primeras pero del Tercer Mundo.
De allí que Venezuela y los venezolanos nos encontramos hoy en la mera encrucijada. Si se sigue como vamos retrocedemos más y perdemos.
Si cambiamos, enderezamos y mantenemos sin distracciones el rumbo hacia el bienestar y progreso, la potencialidad del país y su gente trabajadora, permitirá entrar rápidamente al mundo en desarrollo. Y es que Venezuela lo tiene todo para prosperar excepto el liderazgo adecuado del progreso.
Sin visión del país desarrollado que podemos tener, no se termina de comprender que el mundo gira en positivo, no en negativo. Que construir el país no es posible destruyéndolo, deformando y desvirtuando los valores esenciales del trabajo, el respeto, la propiedad, la familia, la religión, la moral ciudadana.
Por sobre todo sin querencia, solo desdén, conduciendo el país y a los venezolanos a ninguna parte, manteniéndonos secuestrados del mundo global que en cada vuelta progresa y logra más bienestar, ahorrando, invirtiendo y trabajando, no lo contrario como aquí.
Mientras, el país por rehacer espera por un liderazgo moderno y efectivo, que sume y no reste voluntades al trabajo constructivo.
Con todo el país por rehacer, debe primero restablecerse la confianza promoviendo un entorno favorable a la inversión para el desarrollo, restableciendo plenamente la libertad económica y consolidando la democracia.
Para ello no cabe duda que las ideas retrógradas que aún persisten, serán superadas porque el progreso no lo para nadie, aunque lo hayan atrasado.
Entonces el país por hacer será realizado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario