Más del 70 % de la mano de obra rural es extranjera

Armando Chacín, presidente de Fegalago, Exhorta a una política que permita la agilización y permanencia de ciudadanos extranjeros que hacen faenas productivas en territorio venezolano.

Yasmin Ojeda  La Verdad

Los productores temen coletazos de la medida de deportación de colombianos que estén en Venezuela sin permiso legal de tránsito. Fegalago advierte que de “meterse la Fuerzas Armadas en las fincas para buscar extranjeros (colombianos), se quedarían sin poder producir”. 

Recalca que la producción está golpeada por diversos factores. Sumar más es desaparecer el poco abastecimiento que mantiene el Zulia.

Armando Chacín, presidente de la federación, explica que 70 por ciento de la plantilla de trabajadores del campo “son extranjeros”. 

Exhorta a una política que permita la agilización y permanencia de quienes hacen faenas productivas.

Señala que en el ordeño se sentiría con mayor fuerza el impacto de interrumpir la presencia de obreros no nacionales. 

Asegura que en Perijá, al tener un promedio de 80 mil litros diarios, se requieren mil ordeñadores. Menos que en la actividad de engorde del ganado, la cual requiere de reducir manejo.

Chacín alerta que el “bachaqueo” resta personal en los predios porque la gente se dedica a revender productos. 

Se convirtió en un oficio que reduce las posibilidades de captación de mano de obra. Y es que “les es más fácil vender tres paquetes de harina y tener dinero”.

Por los efectos de la fuga de trabajadores en áreas claves de la ganadería, los productores aumentan la remuneración. 

Entre cinco y siete mil bolívares pagan cada dos semanas. Además de las bonificaciones y comida. “Pagamos por encima del sueldo mínimo mensual”, afirma.

Explica que incluidas las prestaciones sociales, la proyección de las indemnizaciones por trabajador se acerca a 25 mil bolívares mensuales. 

Se les da el incentivo para garantizar que el ordeño y producción agropecuaria no se detenga.