Osman Quero: “Poco avance en la siembra de maíz es desalentador para un estado cerealero”

Maria Beatriz Parilli  Ultima Hora Digital

Alrededor de 60% de maíz blanco y 50% de amarillo, ha sembrado en el ciclo invierno 2015 la Asociación de Productores Agrícolas Independientes (PAI), cuyo directivo, Osman Quero, señaló que las cifras son similares a las que se han cultivado en Portuguesa, lo que resulta “desalentador” por tratarse de una entidad “ícono” en la producción nacional de cereales.

“El ciclo invierno ha sido bastante accidentado. Inicialmente, arrancamos con una escasez de insumos que no llegaron a tiempo y que, junto al verano que hubo en mayo, trajo complicaciones. Luego las lluvias llegaron, pero en abundancia, trayendo consecuencias también para el establecimiento de la siembra”, dijo.

La disminución que pudiese haber en la superficie de siembra de maíz, puede traer consecuencias aún mayores en el abastecimiento de productos, según refirió el dirigente gremial, al manifestar que hay probabilidades de que se tenga la mitad de julio para sembrar el resto del área, pero “las estadísticas nos dicen que mientras más tarde cultivemos, menor producción o rendimientos se obtienen por hectárea”.

Sembrar en julio también implicaría cosechar un mes más tarde, coincidiendo con la logística del próximo ciclo norte-verano 2015-16, período en el que Quero avizora problemas porque los agricultores no van a tener tiempo de preparar sus tierras ni tampoco la forma de acometer otra siembra que no sea la de ajonjolí, “pero no sorgo y girasol, los cuales quedarían descartados”.

En el caso de poder efectuarse la resiembra en las áreas donde las lluvias afectaron algunos lotes de maíz, el directivo de PAI sostuvo que para ese tipo de labores se disponen de los insumos, los cuales finalmente terminaron de llegar y cuyos retrasos iniciales afectaron el comienzo de la siembra. “Vemos con preocupación que este año fue muy dramática la localización y entrega oportuna de los productos. Esas son cosas que tienen que corregirse con el tiempo”, apuntó.

Incremento

Otra preocupación para los agricultores es la rentabilidad asociada a la venta de la cosecha, tras el incremento de los costos de producción, cuya alza en este ciclo invierno -y en comparación a similar período del 2014- se ubica en aproximadamente 200%, al pasar de 22 mil a 60 mil bolívares por hectárea de maíz, de acuerdo con lo referido por el dirigente gremial.

“Los precios de los rubros están directamente relacionados con los montos de los insumos que se consiguen en Agropatria como es el caso de los insecticidas, los cuales representan alrededor de 52% de la estructura de costos. Sin embargo, hay otras labores que podrían afectar y sobre las cuales no se tienen control o se está viviendo un panorama de altos precios. Eso es algo que está en decisión por parte del Ministerio de Agricultura y Tierras; es un punto que tenemos en agenda para su discusión”, afirmó.