Escasez obliga a redes oficiales a incrementar racionamiento

El desabastecimiento que agobia a los venezolanos pone a Mercal, PDVAL y Bicentenario, contra la pared. La falta de divisas para importar comida y artículos de primera necesidad obligó a la Misión Alimentación a disminuir a la mitad las cantidades que se permiten comprar por persona.

Yasmin Ojeda   La Verdad

La memoria y cuenta del Ministerio de Alimentación del año pasado ya asomaba el escenario “tan grave” de la comida en Venezuela, señaló Alejandro Gutiérrez, economista al ser consultado sobre la “crisis económica” y la escasez de alimentos, que según el informe presentado ante la ONU alerta el desabastecimiento de 65 por ciento para el cierre de 2015.   

Las redes de la misión “reflejan la crisis”. Mercal, PDVAL y Bicentenario que en 2009 lograron vender 13,7 kilogramos por persona, el máximo promedio logrado, cayó a 6,8 kilos. Se redujo la mitad, 50 por ciento. Los datos del despacho indicaron que de 14 mil 650 establecimientos de Mercal solo seis mil 725 están abiertos. “Solo el 46 por ciento están activos”, precisó Gutiérrez.

“La situación tiende a agravarse. Es dramática” el sistema de venta de alimentos del Estado “está en crisis”. No solo es Mercal, PDVAL tiene inactivo el 23 por ciento de los puntos de ventas. De dos mil 57 establecimientos están sin funcionar 473.

Gutiérrez alertó que “no hay divisas suficientes para hacer las importaciones que se hacían en el pasado”. La insuficiencia toca al sector público y privado. Con las alarmas encendidas porque las pocas divisas que se usan para importar alimentos “entran al saco de la corrupción. Un germen que está muy extendido, fuera de control y actúa con total impunidad”.

Ni privado hay

Además de la falta de disponibilidad de dólares, paralelamente está la caída de la producción nacional que atiende la colocación del sector privado. La industria de alimentos reportó disminuciones y sigue retrocediendo. El diagnóstico económico fijó que “el valor agroalimentario se está reduciendo”, apuntó el economista. 

Mientras, el Gobierno a través del Banco Central de Venezuela suelta dinero “inorgánico” que presiona la demanda y genera más inflación debido a la baja oferta de bienes. En este rompecabezas “se profundiza el fenómeno de la escasez”. Con la incidencia del control de precios y la política cambiaria, que mantienen presente “los mercados ilegales” y la floreciente acción del “bachaqueo”. 

Gutiérrez considero desalentador que el Ejecutivo persista en “echar la culpa a la ‘guerra económica’ y los empresarios”. Para final de 2015 estimó será “peor”, y sin perspectivas para el 2016 a menos que “haya un cambio político en el país. La enfermedad sigue avanzando” por la negativa de aplicar ajustes.