En Barinas, Amanacu Posible Cierre.
En riesgo 15 años de desarrollo avícola: producción cayó 35%
Aseguran que faltan insumos para el alimento concentrado de los animales, vacunas y productos de higiene, lo que compromete el engorde y la vida de las aves.
DULCE MARÍA RODRÍGUEZ el nacional
Las industrias avícolas tienen maíz amarillo, harina, aceite y fríjol de soya para el alimento concentrado de los animales por hasta 15 días debido a que el gobierno centralizó su importación y no ha logrado satisfacer la demanda del sector.
“Están en riesgo 15 años de esfuerzo y de trabajo del sector avícola por lo crítico de los inventarios de materias primas, lo que impide que los pollos crezcan y se desarrollen en óptimas condiciones”, advirtió una fuente vinculada a la industria que pidió no citar su nombre.
Están preocupados porque también faltan vitaminas, minerales, vacunas, fármacos, productos para la higiene de los animales y la sanidad o desinfección química del techo, paredes, pisos y mallas del galpón en el que se cría, enumeró.
Refirió que el déficit de estos insumos indispensables, que en su mayoría son importados, compromete además la vida de las aves y el abastecimiento en los supermercados de este rubro prioritario.
La situación ha traído como consecuencia un decrecimiento importante en la productividad. “En promedio se están produciendo 70.000 toneladas mensuales, mientras que el año pasado para esta época se generaban 95.000 toneladas mensuales: representa una caída de 35%.”, aseguró la fuente.
Agregó que la producción avícola nacional satisfacía 100% el consumo interno de pollo y huevos en 2014. Sin embargo, debido a la merma en la producción el porcentaje se redujo a 70% y de mantenerse el déficit en la materia prima seguirá disminuyendo. “Suman 3.000 productores afectados por el descenso de la producción”, dijo.
Sin crédito
La fuente informó que las industrias del sector deben 800 millones de dólares a sus proveedores internacionales y por la mora en el pago tienen todas las líneas de crédito cerradas.
Por ello dependen del gobierno, a través de la Corporación de Abastecimientos y Servicios Agrícolas, para obtener los insumos. No obstante, la distribuidora estatal solo les ha despachado 25% de sus requerimientos en lo que va de año.
La Asociación Venezolana de la Industria de Salud Animal publicó un trabajo en su portal web. Señala que en las 513 granjas avícolas de la zona norte de Táchira no están produciendo ni 30% de lo que acostumbraban.
Alertan que los pollos a las siete semanas no han alcanzado el peso que deberían tener debido a la baja calidad del alimento, el cual carece de los nutrientes necesarios. Esto significa que el rubro al ser procesado no posee las proteínas suficientes para el consumo humano.
Asimismo, los consumidores ya están sintiendo la disminución de la producción. No se consigue en establecimientos públicos o privados. “Cuando llega el pollo al supermercado se acaba en dos horas”, dijo un vendedor.
Comprar pollo, en los mercados municipales, cadenas de supermercados e incluso en los frigoríficos independientes, se ha vuelto una tarea imposible, afirmó una ama de casa.
Agregó que ocasionalmente se consiguen las milanesas o nuggets empanizados, pero a precios muy altos.
Escasez en Barinas
Yonny Camacho
La escasez de insumos para la cría de aves se ha agudizado en las últimas semanas. Pollos Amanacú, situada en Barinas, cuenta con inventario para diez días. Comerciantes advierten que la empresa podría cerrar temporal o definitivamente.
El distribuidor Rigo Rivas indicó que Pollos Amanacú no dispone de harina solvente de soya, cuya proteína es utilizada para el crecimiento de las aves, “No hay soya para preparar los alimentos de los pollos y esto podría provocar el cierre de la empresa”, expresó.
En el caso de su comercio, contó que tuvo que despedir cerca de 40 empleados debido a la merma en el suministro de pollos. Ahora tienen 15 trabajadores.
Otros comerciantes calculan que Pollos Amanacú ha reducido su nivel de matanza diaria de 3.000 a 1.200 pollos. “Esto es alarmante. Tengo mis locales cerrados y con 6 trabajadores. No es justo. Uno quiere trabajar, pero así no se puede. No hay pollo”, se quejó un comerciante que prefirió no dar su nombre.
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