Preocupa a productores déficit de unidades para movilizar la cosecha
María Beatriz Parilli Ultima Hora Digital
Los productos provenientes de unos 15 buques graneleros que arribaron a Puerto Cabello, estarían compitiendo con la cosecha de maíz que avanza en estados como Portuguesa, donde se ha evidenciado el déficit de unidades de transporte que prefieren movilizar las importaciones que llegan a Venezuela.
Antonio Pestana, presidente de la Confederación Nacional de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), manifestó su preocupación por el déficit de transporte para trasladar a los centros de recepción, el maíz sembrado en unas 437 mil hectáreas en todo el país, y de las cuales 200 mil corresponden a Portuguesa.
“Con unas carreteras tan malas como las que tenemos en los estados agrícolas, el transporte prefiere irse a Puerto Cabello, donde -aparte- le pagan de contado”, dijo el agricultor, quien considera que nuevamente el Ministerio de Alimentación importa productos en el momento menos oportuno.
Aunque ratificó que Fedeagro no se opone a las importaciones de alimentos que sirvan para complementar las necesidades internas, considera que las compras foráneas tienen que hacerse en un tiempo que no coincida con la cosecha nacional. “Nuevamente cometen un error y a los agricultores les sacan los ojos con el tema de los fletes”.
Para el dirigente gremial, de nada sirve que en los actuales momentos se les garantice a los agricultores el fertilizante para las venideras siembras, si estos productos no se pueden acopiar por falta de transporte, cuyo déficit data de hace cinco años.
“La cosecha es la prioridad para nosotros, la descarga de los buques es la meta número uno para el Ministerio de Alimentación, y ya Pequiven va quedando rezagado, por lo que el arranque de la siembra del próximo ciclo (norte-verano) se podría ver un poco mermado o debilitado con el tema de los fertilizantes acopiados”, afirmó.
Fedeagro hizo un llamado a conformar el Consejo Nacional de Importación que “no se ha terminado de consolidar” entre funcionarios del Gobierno, agricultores, consumidores, industriales, comerciantes y representantes del transporte, con el fin de que las compras externas se hagan de una manera consensuada, sin que se afecte la cosecha interna.
Antonio Pestana, presidente de la Confederación Nacional de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), manifestó su preocupación por el déficit de transporte para trasladar a los centros de recepción, el maíz sembrado en unas 437 mil hectáreas en todo el país, y de las cuales 200 mil corresponden a Portuguesa.
“Con unas carreteras tan malas como las que tenemos en los estados agrícolas, el transporte prefiere irse a Puerto Cabello, donde -aparte- le pagan de contado”, dijo el agricultor, quien considera que nuevamente el Ministerio de Alimentación importa productos en el momento menos oportuno.
Aunque ratificó que Fedeagro no se opone a las importaciones de alimentos que sirvan para complementar las necesidades internas, considera que las compras foráneas tienen que hacerse en un tiempo que no coincida con la cosecha nacional. “Nuevamente cometen un error y a los agricultores les sacan los ojos con el tema de los fletes”.
Para el dirigente gremial, de nada sirve que en los actuales momentos se les garantice a los agricultores el fertilizante para las venideras siembras, si estos productos no se pueden acopiar por falta de transporte, cuyo déficit data de hace cinco años.
“La cosecha es la prioridad para nosotros, la descarga de los buques es la meta número uno para el Ministerio de Alimentación, y ya Pequiven va quedando rezagado, por lo que el arranque de la siembra del próximo ciclo (norte-verano) se podría ver un poco mermado o debilitado con el tema de los fertilizantes acopiados”, afirmó.
Fedeagro hizo un llamado a conformar el Consejo Nacional de Importación que “no se ha terminado de consolidar” entre funcionarios del Gobierno, agricultores, consumidores, industriales, comerciantes y representantes del transporte, con el fin de que las compras externas se hagan de una manera consensuada, sin que se afecte la cosecha interna.
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