"Se está haciendo muy cuesta arriba producir azúcar en el país"



(María Beatriz Parilli)    @UltimaHoraWeb

Con el retraso en el pago del subsidio autorizado para la cosecha 2012-13 y la nueva subvención aprobada para el próximo período de zafra, “está muy cuesta arriba producir azúcar en el país”, dado a que el rezago de 50% en el ingreso del cañicultor, no lo estimula a incrementar la productividad en el campo pero sí a aumentar las importaciones del rubro.

Así lo estima Antonio Vertucci, gerente técnico de Socaportuguesa, al referir que el subsidio de 1,76 bolívares aprobado hace cuatro meses por el Ministerio de Agricultura y Tierras (MAT), hasta el momento lo han cobrado 153 productores de un total de 310 afiliados a la organización, lo que indica que más del 50% no ha percibido la compensación.

“Ya tenemos tres semanas que no han vuelto a publicar la lista de cañicultores que recibirán el pago. Algunos que arrimaron en diciembre no lo han cobrado, pero los que cosecharon recientemente sí, lo que tampoco se explica”, dijo el experto técnico. A esta situación, se le suma que para la venidera zafra 2013-14 el ingreso de los agricultores estará 50% por debajo de los costos de producción.

El dirigente gremial explicó que con el nuevo subsidio de Bs. 4,36 por kilo de azúcar, los cañicultores percibirán para la venidera zafra alrededor de Bs. 5,60, lo que representa un incremento de 15% con respecto a lo recibido en la pasada cosecha, y que es apenas la mitad del precio que se había solicitado al Ejecutivo nacional.

Señaló que los costos de producción arrojaron que el precio del azúcar debería estar en Bs. 17, para que al productor le quedara alrededor de Bs. 10,80. Sin embargo, el ajuste sugerido por la vía del precio llegó a través del subsidio y “es insuficiente para cubrir los costos”, según afirmó Vertucci.

Aunque algunos cañicultores esperaban cobrar el 100% de este subsidio, nuevamente percibirán el 60% del total de la compensación, puesto que el porcentaje restante le corresponderá a la agroindustria, es decir, a los centrales azucareros.

Metodología 

La semana pasada, representantes de Fesoca -el gremio cúpula de cañicultores- se reunió con funcionarios del MAT, para debatir la metodología de pago que considera más conveniente para no afectar a los productores.

“Hasta el momento, se tiene planteado que el pago se realice directamente a la fábrica o al central, que emitirá la boleta de información sobre el arrime de caña al MAT, para que éste -creo que a través del Banco Agrícola- le entregue los recursos correspondientes al subsidio”, afirmó el vocero de Socaportuguesa.

Indicó que no existe mejor vía de pago que la propia industria, la cual está fiscalizada por el SADA y otros organismos del Estado, por lo que cree que no habría otro ente más calificado para llevar un registro exacto y pormenorizado de la materia prima arrimada y el azúcar producido diariamente, y lo que le correspondería percibir a cada cañicultor. 

Vertucci reconoce que este mecanismo ayudará a que el pago se realice más rápido, pero no incentivará el cultivo en estados como Portuguesa, que saldrá “golpeado”, pese a que por años se ha mantenido como un “bastión de caña de azúcar en el país”. 

“Se está haciendo muy cuesta arriba producir azúcar en el país y vamos a tener que depender más de las importaciones. Cuando actualmente estamos comprando al exterior un 70% del azúcar que consumimos, posiblemente para el próximo año estaremos trayendo el 80%”, avizoró.

Importar más 

El representante de Socaportuguesa recordó que una de las formas de estimular a los productores es mediante la rentabilidad que, si se ve mermada, terminará afectando los rendimientos por hectárea, al no ejecutarse las debidas labores de mantenimiento al cultivo. “El agricultor no se preocupa en aumentar su productividad, sino que en vez de aplicar 10 sacos de abono a la planta, le echa 5 porque los costos no le dan”, citó como ejemplo.

En las conversaciones que los dirigentes gremiales han tenido con las autoridades gubernamentales, le han solicitado como paliativo que “al menos aprueben a las asociaciones los dólares preferenciales para traer nuestras necesidades de insumos, repuestos y equipos, y así disminuir los costos de producción”, dijo Antonio Vertucci.