5 mil vacas mueren por sequía en la COL

En Miranda estiman baja de producción en 60 por ciento y salida de la mitad de la población bovina. Productores movilizan 50 mil reses al Sur del Lago para huir de la sequía y falta de pasto en tierras donde el jagüey se secó.

Yasmín Ojeda   La Verdad

Los efectos del verano y falta de alimento para las vacas brotan en el municipio Miranda. Cinco mil reses ya desaparecieron de la Costa Oriental. La mayor incidencia está en dos parroquias mirandinas: Farías y Ana María Campos, determinó la Asociación de Ganaderos de la Costa Nororiental del Lago.

En las fincas El Cerro y Las Dolores, frontera entre Ana María Campos (Mecocal) y Altagracia (Los Puertos) suman una mortalidad de ganado en aumento. En la tierra que hasta diciembre mostraba rápidas excavaciones para construir jagüey, ante la falta de sistema controlado de agua, se cuentan las reses muertas en el camino. 

“Solo en uno hay cinco vacas muertas. Cayeron y no se levantaron más”, recuerda José Suárez, trabajador.

Además de la mortalidad, las “ventas forzadas” causaron la baja. Se venden lecheras para “no perder todo”, lamenta Antonio César Reyes, directivo de Aganorla. La condición corporal disminuyó por la falta de pasto fresco y fibras. Lo que ocasionó otro efecto: “la producción de leche cayó 66 por ciento”.

El ordeño de 600 litros de leche al día “está en 200 litros”. Se alerta una “crisis grave” a futuro. Se pierden unidades ganaderas. “Recuperar una finca será en cinco años porque los animales que se fueron no volverán”, precisa el directivo.

Con animales “débiles” se apuró la venta hacia Sur del Lago, donde ya se movilizan 50 mil cabezas para aliviar.  “Una finca que tenía 400 animales, ahora tiene 200” estima al recordar datos de un censo recogido entre miembros de la asociación.

Los datos ya están en la mesa del Ministerio de Agricultura y Tierras y la Gobernación del Zulia. “Y Agropatria, que levantó estadísticas” tras consultar a los productores de la zona.  Esteban Cabrera, agropecuario, cuenta en los potreros las vacas paridas a las que limitan el ordeño para salvar a los becerros. Intenta mantener un plan de alimentación en reserva.

Las lecheras que daban entre 10 y 15 litros diarios “ahora están en tres o dos litros de leche y dejamos que el becerro siga alimentándose para salvar la cría porque no hay pasto que darles”, recalca Cabrera mientras enumera los novillos “flacos” en los potreros de engorde. 

Datos

3 meses tardaría en cultivarse pastos para ganado.

180 bolívares cuesta una pipa de melaza de 20 litros para complementar la alimentación.

50 por ciento bajó el precio de una res, de 20 mil bolívares a 10 mil.