El problema no es de tierras

De perpetrarse más despojos agrarios la inseguridad agroalimentaria aumentará.

PEDRO E. PIÑATE B. |  EL UNIVERSAL

Ahora cuando el anticonstitucional Plan de la Patria 2013-2019, amenaza con destruir lo que queda de producción e iniciativa privada en Venezuela, desde el campo recordamos al país que la propiedad privada y la tenencia de tierras son fundamentales para las actividades e inversiones agrícolas de casi medio millón de productores. 

Por eso advertimos contra el plan de desatar más terror agrario y despojos de fincas privadas, con el argumento de la "lucha contra el latifundio". Esto como si no bastara la menor producción agroalimentaria que demuestran los anaqueles vacíos de alimentos, resultado del despojo de 6 millones de hectáreas a los productores privados, que hoy ociosas en manos del Estado no producen nada.

Así observamos que si antes del terror agrario el país producía 70% de la comida e importaba 30%, ahora es al revés. 

El gasto público en agricultura se convirtió en un desangradero, pónganle el nombre: rubros bandera, gallineros verticales, fundos zamoranos, cultivos hidropónicos, consejos de campesinos y pescadores, saraos, núcleos de desarrollo endógeno, unidades de producción socialista, etc. 

Sin embargo el problema no es tierras cuando falta hasta el papel toilet, porque para producir pulpa y papel se dispone de 9,3 millones de hectáreas (Decreto 1.660 Gaceta Oficial Nº 34.384 del 12-06-92) como Áreas para Plantaciones Forestales, de las cuales apenas hay una superficie plantada acumulada (hasta 2001) de 0,75 millones ha. 

En el caso de la ganadería, el terror agrario arrasó con las mejores fincas y hatos de cría, dejando al resto de la cadena agroalimentaria y los consumidores desabastecidos. 

Porque el problema no es tierras, de perpetrarse más despojos agrarios como amenazan, la inseguridad agroalimentaria aumentará pues toda finca estatizada no produce nada.