Aftosa y contrabando impiden a Colombia exportar a más mercados
Contexto Ganadero
Gustavo Castro Guerrero, director de la Asociación Colombiana de Industriales de la Carne, Acinca, quien fue 2 veces ministro de Agricultura, una de Desarrollo y Comercio Exterior; embajador ante la ONU en Ginebra y ante Ecuador, habló para CONtexto Ganadero sobre la necesidad de regular la exportación de ganado en pie a Venezuela, la alarmante preocupación que subsiste por el contrabando en la frontera, la falta de equidad en el control sanitario y las razones por las cuales el vecino país no respeta a los exportadores.
Contexto Ganadero (CG): ¿Considera que Colombia debe restringir el envío de ganado en pie a Venezuela? ¿Cuáles son las razones?
Gustavo Castro Guerrero (GCG): Regularla, sería el término. Venezuela, después de haber acabado con la producción ganadera, se convirtió en el primer importador de ganado vivo en el mundo, excluyendo Estados Unidos. Dispone de un solo importador de ganado vivo y de carne, un monopolio, que compra en forma intermitente, no continua, por medio de unas pocas personas en Brasil y Colombia, e imponen su precios. Con el agravante del desorden cambiario, los controles discriminatorios en los precios del ganado y la carne, y los altos niveles de corrupción que existen en ese país, con frecuencia convierten lo que debe ser una simple operación comercial justa en un juego aduanero y cambiario.
Que Venezuela está ahí, que es nuestro mercado natural, que no podemos evitar, que debemos aprovecharlo, es cierto; pero no debemos quedarnos con los brazos cruzados cuando se presentan circunstancias que generan movimientos especulativos en el mercado interno colombiano y perjudican a todo el mundo.
Es un mercado importantísimo que hay que consolidar. Ahora bien, a Colombia le conviene exportar; especialmente valor agregado. Todo el mundo lo hace. Chile es el campeón en exportaciones de valor agregado. Los frigoríficos y la industria procesadora es fundamental para el ganadero. Por ello pienso que Colombia debe estar dispuesta a regular las exportaciones de ganado vivo y de carne cuando las circunstancias así lo requieran. En ningún caso prohibirlo.
CG: ¿Cómo se lograría la regulación?
GCG: A mí se me ocurre un esquema de ganado vivo exportado por toneladas de carne exportada, equilibrada, que garantiza la presencia de muchos compradores en el mercado, la libre competencia y evite la especulación. Esto se ha hecho muchas veces en el pasado. (Lea: Alcanzar admisibilidad sanitaria con EE.UU. en 2016, meta de Colombia)
CG: Los ganaderos colombianos en su interés de sostener el negocio venden lo que les piden y prima la inmediatez, por eso han dicho que no contemplan dejar de enviar ganado en pie a Venezuela, ¿qué pasará con el negocio de los ganaderos si se restringe el envío de ganado en pie al vecino país?
GCG: Los comprendo. Es una realidad. El ganadero tiene todo el derecho a aspirar a mejores precios y cualquier esquema debe garantizar precios justos, que sean competitivos. Pero lo que el productor no debe olvidar es que lo que le conviene es un mercado estable, competido, en permanente expansión, que garantice precios rentables, justos, cualquiera sea el comprador, ya sea para el mercado interno o para la exportación de ganado vivo, o de carne, en un entorno donde los frigoríficos juegan papel fundamental.
Basta mirar la historia reciente, para apreciar que Venezuela no es esta clase de mercado. En 2008 suspendieron las compras en Colombia, en un acto de agresión económica, especialmente contra los ganaderos y la industria. ¿Cuantas veces han demorado los pagos? Es más, el comprador en Venezuela, es una entidad, una sola persona, que impone precios. Es un monopolio.Envían a tres o cuatro personas a comprar en Colombia con los mismos precios. Con topes, que impiden que el ganadero colombiano aproveche los altos precios de Venezuela.
No hay que olvidar que cuando el 98 % del sacrificio en el país se destina al mercado interno, es fundamental la solidez de la industria frigorífica, la única que le garantiza al ganadero la comercialización de su producción y la expansión del mercado.
No es cierto que actúen en forma oligopólica. Compiten durísimo. Por ello es esencial que participen en la comercialización y en las exportaciones. A veces pienso que el gran obstáculo a la apertura de nuevos mercados es la expectativa especulativa de Venezuela.
CG: El ganadero colombiano se ha visto afectado por el atraso en los pagos de Venezuela. ¿Qué trabajo se necesita establecer entre ambos Gobiernos para que les cumplan a los productores y a la industria cárnica nacional?
GCG: Venezuela no ha respetado a los exportadores de Colombia, a la industria, a los ganaderos, cuando unilateralmente ha demorado los pagos, o ha interrumpido intempestivamente las compras.
Pienso que la solución es política. De Gobierno a Gobierno. Que se acuerden reglas claras de juego, que no se desconozcan. Estamos dispuestos a abastecer a Venezuela, inclusive a venderles ganado vivo, pero en una relación justa para Colombia, sin interrupciones, con pagos oportunos. (Lea: Demanda venezolana de de carne y lácteos colombianos seguirá latente)
La Ministra de Relaciones Exteriores María Angela Holguín ha estado trabajando en este sentido, y mucho tuvo que ver con la reactivación del comercio de ganado, carne y leche en el segundo semestre de 2013, con pagos de contado. Venezuela, para darle continuidad, ofreció una partida de US$600 millones en bonos de PDVSA para pagar importaciones de carne y leche. Propusimos que con estos bonos se constituyera un patrimonio fiduciario con el mandato expreso de vender esos bonos y pagar directamente al exportador de carne y leche de Colombia.
CG: ¿Ya se hizo efectivo ese acuerdo de pago por carne y leche?
GCG: Estamos a la espera de una propuesta concreta del Banco de Exportaciones de Venezuela, BANCOEX, en ese sentido.
CG: Venezuela ha sido considerado el país ‘piedra en el zapato’ para Colombia por la falta de control sanitario latente en el vecino país y el contrabando que hay en la frontera y eso parece impedir que nuestro país pueda obtener admisibilidad sanitaria para exportar carne vacuna a nuevos mercados como el de Estados Unidos. ¿Está de acuerdo con esa apreciación y cuáles son las razones?
GCG: Es correcta su apreciación. Acabar con el contrabando de ganado y carne de Venezuela es uno de los grandes retos de la industria colombiana. Misiones sanitarias de Estados Unidos y de otros países lo han insinuado.
Han encontrado las plantas de sacrificio aceptables, pero les preocupa la porosidad de la frontera con un país aftoso. El tema es complejo, por la extensión de la frontera, la tremenda diferencia en los tipos de cambio, y sobre todo porque el contrabando se ha convertido en un medio de subsistencia de amplios sectores de la población, especialmente en la zona fronteriza, y no veo el propósito para combatirlo.
Colombia debería hacer una campaña para acabar con el sacrificio clandestino y el cierre de plantas y expendios ilegales, que se nutren del contrabando. He apreciado las continuas manifestaciones del presidente de Fedegán en este sentido. (Lea: El 96% de la exportación de carne bovina colombiana va al mercado venezolano)
CG. ¿El Invima, y el Instituto Agropecuario, ICA, cumplen a cabalidad con su labor de sanidad y trazabilidad animal?
GCG: La mayoría de sus funcionarios son técnicos, capaces, con la mejor buena voluntad, y están trabajando. Pero, todavía falta mucho en el desarrollo y la implementación de normas que garanticen la inocuidad.
No pueden ser piedras en el zapato, sino facilitadores. Nos hemos concentrado en las plantas de sacrificio. Y poco se ha hecho en el transporte de la carne y los expendios. Nos preocupa que las normas se apliquen a unos pocos frigoríficos y que se abandone el control sanitario a la mayoría. El caso de las tarifas a la inspección, vigilancia y control, que solo se aplica a un puñado de plantas de sacrificio, es aberrante, se falta a la equidad.
CG: ¿En la actualidad, es rentable el negocio ganadero en Colombia?
GCG: Personalmente, creo que la ganadería colombiana tiene futuro, en cuanto sepamos superar los retos que tenemos. El contrabando, la inseguridad en los campos, la inexistencia de modelos de producción propios para el trópico, mitos increíbles como el del paramilitarismo, la incomprensión de los medios y de otros sectores. No por algo la ganadería fue el gran sacrificado en los TLC. A nadie le importó, excepto a algunos dirigentes ganaderos. José Felix Lafaurie fue uno de ellos. Gustavo Castro Guerrero, director de la Asociación Colombiana de Industriales de la Carne, Acinca, quien fue 2 veces ministro de Agricultura, una de Desarrollo y Comercio Exterior; embajador ante la ONU en Ginebra y ante Ecuador, habló para CONtexto Ganadero sobre la necesidad de regular la exportación de ganado en pie a Venezuela, la alarmante preocupación que subsiste por el contrabando en la frontera, la falta de equidad en el control sanitario y las razones por las cuales el vecino país no respeta a los exportadores.
Contexto Ganadero (CG): ¿Considera que Colombia debe restringir el envío de ganado en pie a Venezuela? ¿Cuáles son las razones?
Gustavo Castro Guerrero (GCG): Regularla, sería el término. Venezuela, después de haber acabado con la producción ganadera, se convirtió en el primer importador de ganado vivo en el mundo, excluyendo Estados Unidos. Dispone de un solo importador de ganado vivo y de carne, un monopolio, que compra en forma intermitente, no continua, por medio de unas pocas personas en Brasil y Colombia, e imponen su precios. Con el agravante del desorden cambiario, los controles discriminatorios en los precios del ganado y la carne, y los altos niveles de corrupción que existen en ese país, con frecuencia convierten lo que debe ser una simple operación comercial justa en un juego aduanero y cambiario.
Que Venezuela está ahí, que es nuestro mercado natural, que no podemos evitar, que debemos aprovecharlo, es cierto; pero no debemos quedarnos con los brazos cruzados cuando se presentan circunstancias que generan movimientos especulativos en el mercado interno colombiano y perjudican a todo el mundo.
Es un mercado importantísimo que hay que consolidar. Ahora bien, a Colombia le conviene exportar; especialmente valor agregado. Todo el mundo lo hace. Chile es el campeón en exportaciones de valor agregado. Los frigoríficos y la industria procesadora es fundamental para el ganadero. Por ello pienso que Colombia debe estar dispuesta a regular las exportaciones de ganado vivo y de carne cuando las circunstancias así lo requieran. En ningún caso prohibirlo.
CG: ¿Cómo se lograría la regulación?
GCG: A mí se me ocurre un esquema de ganado vivo exportado por toneladas de carne exportada, equilibrada, que garantiza la presencia de muchos compradores en el mercado, la libre competencia y evite la especulación. Esto se ha hecho muchas veces en el pasado. (Lea: Alcanzar admisibilidad sanitaria con EE.UU. en 2016, meta de Colombia)
CG: Los ganaderos colombianos en su interés de sostener el negocio venden lo que les piden y prima la inmediatez, por eso han dicho que no contemplan dejar de enviar ganado en pie a Venezuela, ¿qué pasará con el negocio de los ganaderos si se restringe el envío de ganado en pie al vecino país?
GCG: Los comprendo. Es una realidad. El ganadero tiene todo el derecho a aspirar a mejores precios y cualquier esquema debe garantizar precios justos, que sean competitivos. Pero lo que el productor no debe olvidar es que lo que le conviene es un mercado estable, competido, en permanente expansión, que garantice precios rentables, justos, cualquiera sea el comprador, ya sea para el mercado interno o para la exportación de ganado vivo, o de carne, en un entorno donde los frigoríficos juegan papel fundamental.
Basta mirar la historia reciente, para apreciar que Venezuela no es esta clase de mercado. En 2008 suspendieron las compras en Colombia, en un acto de agresión económica, especialmente contra los ganaderos y la industria. ¿Cuantas veces han demorado los pagos? Es más, el comprador en Venezuela, es una entidad, una sola persona, que impone precios. Es un monopolio.Envían a tres o cuatro personas a comprar en Colombia con los mismos precios. Con topes, que impiden que el ganadero colombiano aproveche los altos precios de Venezuela.
No hay que olvidar que cuando el 98 % del sacrificio en el país se destina al mercado interno, es fundamental la solidez de la industria frigorífica, la única que le garantiza al ganadero la comercialización de su producción y la expansión del mercado.
No es cierto que actúen en forma oligopólica. Compiten durísimo. Por ello es esencial que participen en la comercialización y en las exportaciones. A veces pienso que el gran obstáculo a la apertura de nuevos mercados es la expectativa especulativa de Venezuela.
CG: El ganadero colombiano se ha visto afectado por el atraso en los pagos de Venezuela. ¿Qué trabajo se necesita establecer entre ambos Gobiernos para que les cumplan a los productores y a la industria cárnica nacional?
GCG: Venezuela no ha respetado a los exportadores de Colombia, a la industria, a los ganaderos, cuando unilateralmente ha demorado los pagos, o ha interrumpido intempestivamente las compras.
Pienso que la solución es política. De Gobierno a Gobierno. Que se acuerden reglas claras de juego, que no se desconozcan. Estamos dispuestos a abastecer a Venezuela, inclusive a venderles ganado vivo, pero en una relación justa para Colombia, sin interrupciones, con pagos oportunos. (Lea: Demanda venezolana de de carne y lácteos colombianos seguirá latente)
La Ministra de Relaciones Exteriores María Angela Holguín ha estado trabajando en este sentido, y mucho tuvo que ver con la reactivación del comercio de ganado, carne y leche en el segundo semestre de 2013, con pagos de contado. Venezuela, para darle continuidad, ofreció una partida de US$600 millones en bonos de PDVSA para pagar importaciones de carne y leche. Propusimos que con estos bonos se constituyera un patrimonio fiduciario con el mandato expreso de vender esos bonos y pagar directamente al exportador de carne y leche de Colombia.
CG: ¿Ya se hizo efectivo ese acuerdo de pago por carne y leche?
GCG: Estamos a la espera de una propuesta concreta del Banco de Exportaciones de Venezuela, BANCOEX, en ese sentido.
CG: Venezuela ha sido considerado el país ‘piedra en el zapato’ para Colombia por la falta de control sanitario latente en el vecino país y el contrabando que hay en la frontera y eso parece impedir que nuestro país pueda obtener admisibilidad sanitaria para exportar carne vacuna a nuevos mercados como el de Estados Unidos. ¿Está de acuerdo con esa apreciación y cuáles son las razones?
GCG: Es correcta su apreciación. Acabar con el contrabando de ganado y carne de Venezuela es uno de los grandes retos de la industria colombiana. Misiones sanitarias de Estados Unidos y de otros países lo han insinuado.
Han encontrado las plantas de sacrificio aceptables, pero les preocupa la porosidad de la frontera con un país aftoso. El tema es complejo, por la extensión de la frontera, la tremenda diferencia en los tipos de cambio, y sobre todo porque el contrabando se ha convertido en un medio de subsistencia de amplios sectores de la población, especialmente en la zona fronteriza, y no veo el propósito para combatirlo.
Colombia debería hacer una campaña para acabar con el sacrificio clandestino y el cierre de plantas y expendios ilegales, que se nutren del contrabando. He apreciado las continuas manifestaciones del presidente de Fedegán en este sentido. (Lea: El 96% de la exportación de carne bovina colombiana va al mercado venezolano)
CG. ¿El Invima, y el Instituto Agropecuario, ICA, cumplen a cabalidad con su labor de sanidad y trazabilidad animal?
GCG: La mayoría de sus funcionarios son técnicos, capaces, con la mejor buena voluntad, y están trabajando. Pero, todavía falta mucho en el desarrollo y la implementación de normas que garanticen la inocuidad.
No pueden ser piedras en el zapato, sino facilitadores. Nos hemos concentrado en las plantas de sacrificio. Y poco se ha hecho en el transporte de la carne y los expendios. Nos preocupa que las normas se apliquen a unos pocos frigoríficos y que se abandone el control sanitario a la mayoría. El caso de las tarifas a la inspección, vigilancia y control, que solo se aplica a un puñado de plantas de sacrificio, es aberrante, se falta a la equidad.
CG: ¿En la actualidad, es rentable el negocio ganadero en Colombia?
GCG: Personalmente, creo que la ganadería colombiana tiene futuro, en cuanto sepamos superar los retos que tenemos. El contrabando, la inseguridad en los campos, la inexistencia de modelos de producción propios para el trópico, mitos increíbles como el del paramilitarismo, la incomprensión de los medios y de otros sectores. No por algo la ganadería fue el gran sacrificado en los TLC. A nadie le importó, excepto a algunos dirigentes ganaderos. José Felix Lafaurie fue uno de ellos.
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