Producción de industria estatal no se refleja en el mercado
En sectores claves para la economía las empresas registraron problemas.
ANGIE CONTRERAS C. | EL UNIVERSAL
Son diversas las teorías que el Ejecutivo nacional ha ventilado para justificar la escasez de alimentos. En principio, la atribuía al acaparamiento de las industrias privadas, y más recientemente a la misma práctica por parte de la población.
La realidad es que la oferta de productos en el mercado ha disminuido significativamente en los últimos años, como consecuencia de las políticas públicas que han cercado al sector productivo: control cambiario y de precios, restricciones en el traslado de mercancías y expropiaciones.
La oferta de alimentos que hay en los mercados proviene en su mayoría de la industria privada, pero es insuficiente para atender la demanda de la población. El Estado es responsable de al rededor de 40% del abastecimiento de productos que no llegan con regularidad a los comercios.
Mediante la política de expropiaciones, y la compra de empresas privadas, el Estado ha tejido un entramado industrial en sectores considerados como estratégicos para la economía del país.
En el sector de alimentos, el Estado tiene al menos 59 agroindustrias y más de 6 millones de hectáreas agrícolas.
Uno de los rubros más sensibles para la población es la harina precocida de maíz, donde el Estado actualmente dispone de 18 plantas procesadoras, que le atribuyen 42% de ese mercado a través de marcas como Juana, Venezuela, Damaseca, entre otras.
Este es uno de los productos con problemas en el mercado. Según el último indicador del Banco Central, publicado en octubre, la escasez era de 56,4%.
En arroz el sector público dispone de 14 industrias que le dan una participación de mercado de 40%. Administra 10 centrales azúcares, que representa 38% de la capacidad instalada del país, y cuya producción es 20% del azúcar que se procesa en el país.
El Estado controla la producción de café molido en 80%, a través de 10 plantas procesadoras. En lo que respecta al procesamiento de aceites es responsable de 26% del abastecimiento donde administra cinco plantas.
En el caso del sector lácteo la participación es de 28% a través de Lácteos Los Andes y la CVA Lácteos.
La importación de materias primas como azúcar, leche, arroz, maíz y café también están centralizadas por el Estado.
Tanto el Ejecutivo como el sector de alimentos aseguran que las plantas operan al máximo de su capacidad instalada. Lo cierto es que las industrias producen de acuerdo con la materia prima que tienen disponible.
El año pasado, los inventarios de insumos y materias primas en general en el sector productivo se vieron afectados por las restricciones en la asignación de divisas a cotización oficial, situación que persiste este año.
En todo
Además del área de alimentos, el Estado ha afianzado su presencia en sectores como papel, químicos, metales, cemento, vidrio y minería, donde también tienen problemas de producción y abastecimiento.
El Banco Central reportó que al cierre de tercer trimestre que las empresas gerenciadas por el Gobierno registran una caída importante de la producción, generando escasez de materiales, descenso de las exportaciones no petroleras y una mayor carga sobre la renta petrolera.
En el tercer trimestre de 2013, con respecto a igual lapso de 2012, la producción de esas industrias se desplomó 13,5%.
En detalle, la producción de metales comunes se desplomó 14,8% gracias al desmoronamiento de 70,2% en la producción de briquetadoras; de 17,3% en Sidor, 6,9% en Bauxilum (alúmina) y 5,9% en Alcasa.
La producción de cemento registró una caída de 10%; la fabricación de sustancias y productos químicos retrocedió 26,7%. La fabricación de alimentos y bebidas no alcohólicas cayó 11% en ese mismo período.
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