Los planes del campo

En 2015, la población del país llegará a 31 millones de habitantes ¿cómo alimentarlos?

PEDRO E. PIÑATE B. |  EL UNIVERSAL

En Venezuela los planes del campo son como los del país: inexistentes. Las causas son varias, imponiéndose al interés nacional aquellos opuestos a nuestro agro que acabando con la propiedad e iniciativa privada en el campo, han convertido y mantienen al país como importador neto de alimentos. 

Además, la falta de visión impide contar para efectos de planificación, con estadísticas sectoriales y bases de datos confiables y actuales, debido a la manipulación y desinformación arraigadas.

Ante esta situación es obligación ineludible de productores y agrotécnicos, insistir en los necesarios planes para el campo. 

En atención a sus responsabilidades, tanto el gobierno nacional, como los estadales y municipales, deben diseñarlos en consenso y sin exclusiones, presupuestarlos debidamente, y ejecutarlos según cronogramas para asegurar la mayor producción agroalimentaria sustentable. 

Sin planes el progreso del campo es incierto, comprometiendo el desarrollo rural y del país que se hace cada año más urbano. En breve en 2015, la población de Venezuela se prevé llegar a 31 millones de habitantes de los cuales 29,5 millones urbanos. 

Sin planes del campo ¿cómo alimentar a nuestra gente en las atiborradas ciudades?

Para ello tiene que incrementarse la productividad agrícola aplicando políticas que impulsen su crecimiento, mediante inversiones en investigación y desarrollo, incentivos (no subsidios) para los productores, extensión agrícola y la mejora de la infraestructura. 

Con más productividad agrícola, los alimentos podrán abundar y abaratarse. La tarea no es fácil estando nuestro agro a la zaga del mundo. 

También del resto de América Latina cuya productividad de la tierra y del trabajo ha aumentando, pero ahora es que se acerca a la de los países desarrollados en los 60. 

Ciertamente los planes del campo hacen falta.