CARLOS ALBORNOZ (FEDEAGRO): LA REALIDAD AGRICOLA ES PATETICA
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María Beatriz Parilli Ultima Hora Digital
Más allá de que el año pasado la producción nacional creciera un 10,6% -como aseguró el ministro de Agricultura y Tierras, Yván Gil- para el vicepresidente de Fedeagro, Carlos Albornoz, el sector primario sigue estando en crisis y la realidad es palpable cuando el consumidor va al mercado y no encuentra los alimentos que necesita.
“En el país no se tiene una data confiable del sector oficial y cuando uno revisa anualmente los balances del Gobierno, siempre se hace anuncios de crecimiento en la producción. Si eso fuese así, prácticamente estuviésemos autoabastecidos.
“En el país no se tiene una data confiable del sector oficial y cuando uno revisa anualmente los balances del Gobierno, siempre se hace anuncios de crecimiento en la producción. Si eso fuese así, prácticamente estuviésemos autoabastecidos.
Sin embargo, lo cierto es que en el 2013 hubo un pequeño repunte en algunos rubros, más no así en naranjas, leche, carne y café, entre otros”, dijo.
En cultivos como el arroz, señaló que hubo un aumento en la producción que -no obstante- registró fallas “enormes” en la distribución de semillas para la siembra, mientras que en el tema de insumos, la distribución ha sido “tormentosa”, al igual que el acceso a la maquinaria y repuestos agrícolas.
Otros rubros en los que se incrementó la cosecha fueron el maíz blanco y amarillo, y la caña de azúcar; “sin embargo, lo cierto es que cuando el consumidor va al abasto no encuentra los alimentos en la oferta que necesita y la demanda que él espera”, expresó Albornoz.
Para el vicepresidente de Fedeagro, la realidad en el tema de alimentos es que en el país lo único que está creciendo es la “norme dependencia” de los productores agropecuarios hacia el sector estatal, mientras los consumidores hacen colas para comprar solo un kilo de harina, pan salado o un litro de leche, “cuando tienen suerte de conseguirlo, porque otras veces se van frustrados a otros abastos a ver si logran comprar lo que desean.
Albornoz refirió que los agricultores dependen del Estado en mayor medida que antes, puesto que el sector estatal es quien le provee la maquinaria e insumos para la siembra, además de que establece los precios de las cosechas.
En tal sentido, considera que se podrán sacar las estadísticas tanto del sector público como privado, pero lo único cierto es que los consumidores no tienen los alimentos en las cantidades que los agricultores deberían producir y que el Gobierno tiene la obligación de hacer que se generen en el país.
“Lo lamentable de todo esto es que el índice de producción de alimentos todavía no está ni siquiera cerca de lo necesario para el consumo, mientras los volúmenes de importación todos los días están creciendo y los agricultores seguimos con cientos de miles de hectáreas sin trabajar porque no tenemos las condiciones adecuadas para el real funcionamiento del aparato productivo nacional”, aseveró.
Contradicciones
El dirigente gremial indicó, que mientras se destacan los aumentos en las cosechas de algunos rubros como el maíz y la caña de azúcar, los productores de estos cultivos no han percibido la totalidad del subsidio que es cancelado con recursos transferidos por el MAT.
También hizo mención a que el crecimiento del año pasado todavía no alcanza los máximos históricos en producción de alimentos, cuyas cifras estaban lejos de lo que se necesita para garantizar el autoabastecimiento.
En cultivos como el arroz, señaló que hubo un aumento en la producción que -no obstante- registró fallas “enormes” en la distribución de semillas para la siembra, mientras que en el tema de insumos, la distribución ha sido “tormentosa”, al igual que el acceso a la maquinaria y repuestos agrícolas.
Otros rubros en los que se incrementó la cosecha fueron el maíz blanco y amarillo, y la caña de azúcar; “sin embargo, lo cierto es que cuando el consumidor va al abasto no encuentra los alimentos en la oferta que necesita y la demanda que él espera”, expresó Albornoz.
Para el vicepresidente de Fedeagro, la realidad en el tema de alimentos es que en el país lo único que está creciendo es la “norme dependencia” de los productores agropecuarios hacia el sector estatal, mientras los consumidores hacen colas para comprar solo un kilo de harina, pan salado o un litro de leche, “cuando tienen suerte de conseguirlo, porque otras veces se van frustrados a otros abastos a ver si logran comprar lo que desean.
Albornoz refirió que los agricultores dependen del Estado en mayor medida que antes, puesto que el sector estatal es quien le provee la maquinaria e insumos para la siembra, además de que establece los precios de las cosechas.
En tal sentido, considera que se podrán sacar las estadísticas tanto del sector público como privado, pero lo único cierto es que los consumidores no tienen los alimentos en las cantidades que los agricultores deberían producir y que el Gobierno tiene la obligación de hacer que se generen en el país.
“Lo lamentable de todo esto es que el índice de producción de alimentos todavía no está ni siquiera cerca de lo necesario para el consumo, mientras los volúmenes de importación todos los días están creciendo y los agricultores seguimos con cientos de miles de hectáreas sin trabajar porque no tenemos las condiciones adecuadas para el real funcionamiento del aparato productivo nacional”, aseveró.
Contradicciones
El dirigente gremial indicó, que mientras se destacan los aumentos en las cosechas de algunos rubros como el maíz y la caña de azúcar, los productores de estos cultivos no han percibido la totalidad del subsidio que es cancelado con recursos transferidos por el MAT.
También hizo mención a que el crecimiento del año pasado todavía no alcanza los máximos históricos en producción de alimentos, cuyas cifras estaban lejos de lo que se necesita para garantizar el autoabastecimiento.
“Aún cuando tenemos 30 millones de hectáreas con vocación agropecuaria, la realidad agrícola es patética. Venezuela ocupa el último lugar en la producción de alimentos de Latinoamérica que es el continente que produce la comida a buena parte del planeta”.
No se decretan
En cuanto a la fijación de un máximo de ganancia de 30% a los sectores económicos, el vicepresidente de Fedeagro enfatizó que sería irresponsable someter a este control a los agricultores, quienes en estos momentos carecen de rentabilidad y arrastran una inflación cercana al 70%.
No obstante, precisó que desde las asociaciones y gremios agropecuarios se seguirán elevando propuestas que empujen al sector primario.
No se decretan
En cuanto a la fijación de un máximo de ganancia de 30% a los sectores económicos, el vicepresidente de Fedeagro enfatizó que sería irresponsable someter a este control a los agricultores, quienes en estos momentos carecen de rentabilidad y arrastran una inflación cercana al 70%.
No obstante, precisó que desde las asociaciones y gremios agropecuarios se seguirán elevando propuestas que empujen al sector primario.
“Seguiremos produciendo la comida, más allá de que no se nos ha reconocido y se nos ha castigado con cualquier tipo de adjetivos”, acotó Carlos Albornoz.
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