Campo y Devaluación

Los costos de producción frente a precios controlados no permiten rentabilidad ninguna.

PEDRO E. PIÑATE B. |  EL UNIVERSAL

Tras la nueva devaluación de 80% o más, que el Gobierno anunció el 22 de enero, la incertidumbre agrícola es total. El nuevo tipo de cambio a la llamada tasa Sicad de 11,30 Bs/US$ podría variar hacia arriba eventualmente. 

El cambio Cadivi de 6,30 Bs/US$ regiría para alimentos, medicinas y compras oficiales. De cómo estos tipos de cambio relacionan a los costos de producción frente a precios controlados que no permiten rentabilidad ninguna al campo, se trata la incertidumbre entre nuestros productores, que además enfrentan un fuerte desabastecimiento de agroinsumos.

Con 100 días por delante de verano para los preparativos de siembras y de atención de potreros para el ganado, la situación es nada clara para los productores. 

Tampoco para la banca prestamista, la agroindustria, el agrocomercio y los servicios al campo. A todo esto, la prudencia para minimizar el riesgo económico, indica que las metas de producción 2014 deberán ser más conservadoras. Si no se asegura la rentabilidad del campo, los productores que deben acudir a la banca privada para financiarse, no responderán mayormente al llamado de las siembras. 

Esto mientras el subsidio cambiario a las importaciones de alimentos, señala un nuevo espaldarazo gubernamental a la agricultura de puertos, impidiendo a nuestros productores competir con la producción importada.

Por otra parte el problema laboral del campo es serio. Si el cambio de huso horario hace perder las horas más frescas comenzando el día, la última legislación resulta en un tercio del año calendario perdido por el horario de oficina. 

Así la productividad del trabajo en el campo está reducida, requiriéndose adecuar la legislación laboral a la realidad de las faenas rurales, sin perjuicio de los trabajadores pero tampoco de los patrones.