Pedro E. Piñate B. Notas Agropecuarias Venezuela
Entre las ventajas agrícolas de Venezuela, dos en
especial son necesarias siempre de recordar: la disponibilidad de vastas
tierras que explotar junto a una industria petroquímica de fertilizantes con
disponibilidad inmediata, abundante y segura de materia prima.
Esto incluyendo
importantes depósitos fosfáticos para producir materia prima para la industria
de los fertilizantes y petroquímica, en Falcón, Zulia y Táchira, y otros en
Lara, Mérida y Trujillo.
Sin embargo ambas ventajas agrícolas son desaprovechadas
inexplicablemente en 2014 mientras Venezuela atraviesa una de las mayores
crisis de escasez y desabastecimiento de alimentos por no producirlos
suficientemente.
Así por ejemplo 5 millones de hectáreas estatizadas desde la
puesta en vigencia de la Ley de Tierras de 2001, se mantienen hoy mayormente
improductivas y ociosas. Y en cuanto a la producción de fertilizantes es
totalmente insuficiente y de paso se exporta sin atender con prioridad el
mercado interno desabastecido.
En está condiciones a mediados de Julio 2014 la
situación de los agricultores con siembras sin fertilizantes es de desespero y
frustración. Los fertilizantes producidos o importados por el Estado
simplemente no alcanzan para atender la demanda agrícola.
La falta de
estadísticas e información transparente sobre existencias, importaciones,
ventas, precios, consumo, etc, de fertilizantes, niega toda posibilidad de
asistir a la solución. Por otra parte no hay responsables y los altos
funcionarios van y vienen entre los despachos sin rendir cuenta ni ser
evaluados en su desempeño.
De está manera no hay quién de la cara ante los
agricultores y menos antes los ganaderos, excluídos por completo de la oferta
de fertilizantes como si la producción de carne y leche no requiere del abono
químico regular de los pastizales y cultivos forrajeros que entonces se agotan
y con ellos la producción y productividad pecuaria se va al suelo.
De cómo resolver esta situación sabemos que tomará
tiempo, pero primero el país debe ganar conciencia y especialmente sus gobernantes
de turno y quienes aspiran a serlo, que no es posible producir alimentos sin
fertilizantes disponibles suficientemente, cuando y donde se necesitan que es
en el campo.
Como productos voluminosos y densos, la logística nacional y
regional del transporte, almacenamiento y distribución hasta su destino final -
el campo, merece ser planeada y ejecutada magistralmente. El uso de
fertilizantes químicos y otras enmiendas es una necesidad para el 75% de la
tierras disponibles para uso agrícola y pecuario. Los suelos con deficiencia de
fósforo por ejemplo alcanzan a 60 millones de hectáreas.
En consecuencia debe
quedar claro a todos los responsables del Estado de la importancia de la oferta
adecuada de fertilizantes al sector productor y en función de la seguridad
alimentaria de los venezolanos.
En cuanto a la industria
petroquímica de fertilizantes, toca al Estado revisar su funcionamiento y
priorizar el mercado nacional. Ciertamente es inaceptable que los agricultores
de otros países dispongan de fertilizantes hechos en Venezuela por Pequiven y
los nuestros no.
La Comisión Presidencial Agroalimentaria haría bién en
reflexionar sobre el tema porque fertilizantes NO HAY.
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