María Beatriz Parilli Ultima Hora Digital
La
esencia de la crisis en el sector lácteo, está en una política equivocada
basada en las regulaciones de precios, la dependencia de las importaciones y el
desmantelamiento de las empresas formales, favoreciendo a una industria
informal ala que actualmente se reconduce más del 80% de la materia prima que
se produce en Venezuela, según destacó el asesor agroalimentario Rodrigo Agudo.
El experto en el sector lácteo señaló que hace 15 años sólo el 75% de la producción nacional era destinada a la industria formal y apenas un 25% a la informal, pero ahora los valores se invirtieron ya que este último sector recibe más del 80% de la leche que se genera en el país, pese a que no tiene ningún tipo de control sanitario que garantice un procesamiento adecuado y un producto de calidad.
“La propia industria del Estado (Lácteo Los Andes) que antes recibía 600 mil litros de leche, hoy no recibe más de 150 mil litros y los productos que venden son importados, como la leche UHT que proviene de Nicaragua, al igual que el producto en polvo y los rubros que fabrica con leche nacional han pasado a ser una pequeña porción de su oferta”, precisó.
Si esta situación ocurre en una empresa manejada por el Gobierno, Agudo afirma que en la industria formal debe ser peor, puesto que se ve desfavorecida ante un sector informal que ha crecido, que el Estado no supervisa y del que ni siquiera se sabe dónde opera y cuánto fabrica, lo que ha llevado a otro problema dentro el sector lácteo: la desaparición de estadísticas de producción anual, ante la imposibilidad de cuantificar cuáles son sus niveles.
Para Agudo, la crisis láctea es un problema estructural y no de hace tres o cuatro meses, periodo en el que se ha intensificado el verano. “El consumidor viene apreciando que hay un déficit desde hace más de cinco años y hay que reconocer que aunque el Ministerio de Agricultura y Tierras tomó una importante iniciativa como es el Plan Integral de desarrollo Lechero, este esfuerzo podría caer al vacío si a la capacitación técnica no se la acompaña de una verdadera política integral”, apuntó.
El primer problema que destacó el asesor agroalimentario, es la política de fijación de precios que “beneficia a unos y castiga a otros” como es el caso de la leche pasteurizada, la cual tiene el mismo monto de venta de hace 18 años y sus costos de producción duplican y hasta triplican al valor regulados, por lo que la industria disminuyó su procesamiento.
“También estánlas políticas que se basan en las importaciones en el caso de la leche en polvo. Hoy no se fabrica este tipo de rubro y las plantas que pudieran pulverizar fueron desmanteladas, se les atropelló con las expropiaciones y el irrespeto a la propiedad privada, por lo que al estar irracionalmente reguladas y no poder pagar un buen precio, el productor prefiere reorientar la materia prima al sector informal, que no está regulado”, sostuvo.
Cada vez menos
El asesor agroalimentario avizora que en los próximos meses se agudizará la escasez de leche en el mercado. Dijo que aunque el Ejecutivo nacional hable de un aumento en la producción, el consumo per cápita no debe superar los 95 litros por persona, aunque debería estar en los 120 litros según lo establecen las normas internacionales. “El desabastecimiento en leche en polvo es de 70%.
El experto en el sector lácteo señaló que hace 15 años sólo el 75% de la producción nacional era destinada a la industria formal y apenas un 25% a la informal, pero ahora los valores se invirtieron ya que este último sector recibe más del 80% de la leche que se genera en el país, pese a que no tiene ningún tipo de control sanitario que garantice un procesamiento adecuado y un producto de calidad.
“La propia industria del Estado (Lácteo Los Andes) que antes recibía 600 mil litros de leche, hoy no recibe más de 150 mil litros y los productos que venden son importados, como la leche UHT que proviene de Nicaragua, al igual que el producto en polvo y los rubros que fabrica con leche nacional han pasado a ser una pequeña porción de su oferta”, precisó.
Si esta situación ocurre en una empresa manejada por el Gobierno, Agudo afirma que en la industria formal debe ser peor, puesto que se ve desfavorecida ante un sector informal que ha crecido, que el Estado no supervisa y del que ni siquiera se sabe dónde opera y cuánto fabrica, lo que ha llevado a otro problema dentro el sector lácteo: la desaparición de estadísticas de producción anual, ante la imposibilidad de cuantificar cuáles son sus niveles.
Para Agudo, la crisis láctea es un problema estructural y no de hace tres o cuatro meses, periodo en el que se ha intensificado el verano. “El consumidor viene apreciando que hay un déficit desde hace más de cinco años y hay que reconocer que aunque el Ministerio de Agricultura y Tierras tomó una importante iniciativa como es el Plan Integral de desarrollo Lechero, este esfuerzo podría caer al vacío si a la capacitación técnica no se la acompaña de una verdadera política integral”, apuntó.
El primer problema que destacó el asesor agroalimentario, es la política de fijación de precios que “beneficia a unos y castiga a otros” como es el caso de la leche pasteurizada, la cual tiene el mismo monto de venta de hace 18 años y sus costos de producción duplican y hasta triplican al valor regulados, por lo que la industria disminuyó su procesamiento.
“También estánlas políticas que se basan en las importaciones en el caso de la leche en polvo. Hoy no se fabrica este tipo de rubro y las plantas que pudieran pulverizar fueron desmanteladas, se les atropelló con las expropiaciones y el irrespeto a la propiedad privada, por lo que al estar irracionalmente reguladas y no poder pagar un buen precio, el productor prefiere reorientar la materia prima al sector informal, que no está regulado”, sostuvo.
Cada vez menos
El asesor agroalimentario avizora que en los próximos meses se agudizará la escasez de leche en el mercado. Dijo que aunque el Ejecutivo nacional hable de un aumento en la producción, el consumo per cápita no debe superar los 95 litros por persona, aunque debería estar en los 120 litros según lo establecen las normas internacionales. “El desabastecimiento en leche en polvo es de 70%.
En la leche pasteurizada que
estaba en 12%, ahora no se consigue, y así los quesos nacionales y otros
derivados, que cada vez se consiguen menos”, acotó.
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