Jóvenes Ganaderos

Producir alimentos exige de la mayor habilidad empresarial para superar las dificultades.

PEDRO E. PIÑATE B. |  EL UNIVERSAL

La nueva generación de jóvenes ganaderos está tomando ya las riendas de muchas de las ganaderías del país. 

Esto es importante y satisfactorio, especialmente por los cambios que ofrece y representa siempre la juventud. 

Una juventud agroempresarial bien formada, de la que se espera se integre más activamente a los gremios donde la acción colectiva clama por nuevos líderes jóvenes.

Y es que toca a esta nueva generación de jóvenes ganaderos, superar tiempos muy difíciles mientras en lo estrictamente administrativo de las fincas y empresas operando bajo régimen de controles y escasez de todo tipo de insumos, su gerencia más que difícil es un reto al ingenio y la paciencia.

Por lo demás, tiene la nueva generación de ganaderos la ventaja de vivir en un mundo de economía global, donde es posible saber en tiempo real lo que acontece en el agronegocio. 

Comprenden que los administradores exitosos no lo son por viejos, sino por estar al día pendientes de las buenas informaciones; lo que saben es fundamental a los buenos negocios. 

Esto mientras su percepción y conocimientos del cuidado del ambiente, la fauna y flora que le fueron sembradas por la generación precedente, les permitirá persistir en la explotación ganadera racional y sustentable, e incluso capitalizar las potencialidades que muchas fincas ganaderas ofrecen a los fines conservacionistas e inclusive a través del ecoturismo.

Pensando además en el desarrollo rural, su decidida participación en pro de las comunidades donde se ubican sus fincas, contribuirá a que el campo ofrezca mejores condiciones de vida para la gente que lo trabaja. 

Por lo demás, deben cuidarse mucho junto a sus familias y trabajadores, lo que es consejo permanente de quien esto escribe a todos sus amigos ganaderos. 

El solo hecho de tener o gerenciar una explotación ganadera, llama la atención de los malvivientes, que en Venezuela han hecho del secuestro y la extorsión una industria, o de aquellos politiqueros que nunca faltan, que les da por invadir y repartir las tierras de aquellos que se descuidan. 

Tal como están las cosas hoy en Venezuela, producir alimentos es una actividad económica que exige de la mayor habilidad empresarial para superar las dificultades, abastecer los mercados y hacerlo en forma rentable.