Richard Mendoza La Prensa de Barinas
Para los barineses, el recién decreto del 30 por ciento de aumento sobre el salario mínimo, anunciado por el presidente Nicolás Maduro, se traduce como “comida para hoy y hambre para mañana”. Consideran que ante la exorbitante inflación, dicho incremento quedó “mocho”.
Aseguran que los artículos de comida como el arroz, pasta, carne, pollo, azúcar, charcuterías, granos, entre otros rubros se ubicarán a precios impensables en los siguientes días.
Vale destacar que con este incremento el salario mínimo pasará de 7.421,66 bolívares a 9.649 bolívares, y el bono que se paga por la Ley de alimentación quedará en Bs. 6.750. Por lo que el ingreso de los trabajadores será de 16.399 bolívares, según señalan analistas económicos.
“Si por dos paquetes de pastas y dos kilos de arroz, cancelas actualmente más de 600 bolívares, no quiero ni imaginarme cuando comiencen a estrenar otros precios, ya que muchos expendedores justifican estas alzas, porque dicen que también los adquirirán a costos elevados”, dijo Violeta Mendoza.
Mendoza confesó el caso de su hijo quien renunció, hace una semana, a su puesto de cajero en una entidad bancaria; precisamente porque el sueldo que estaba devengando no le alcanzaba ni para cancelar el transporte.
Tomas Vera, comerciante informal, opinó que el aumento del 30 por ciento es una “idea descabellada del gobierno y todo por tratarse de un año electoral”, y agregó que “todos los venezolanos están padeciendo las consecuencias de una hiperinflación”.
Predijo además que, a partir del primero de noviembre, los venezolanos comenzarán a experimentar una “ilusión monetaria”, y asevera que en menos de un mes, este aumento desaparecerá de los bolsillos de los ciudadanos.
Vera no obstante considera que, este aumento debió aplicarlo el actual gobierno meses atrás. Asimismo opinó que debe invertirse en el sector productor, empresarial y agrario para que pueda ser incentivada y estabilizada la economía venezolana.
Para el estudiante de Derecho, de la Universidad Santa María (USM), y empleado de una tienda de ropas de esta ciudad, Yonny Mora, el recién aumento no es la solución al problema de escasez e inflación que, sostiene, padecen los ciudadanos venezolanos.
Por el contrario comentó que; el escenario monetario de la población empeorará a corto plazo.
“El gobierno decreta un aumento que en la práctica se convertirá en sal y agua. Si ellos congelaras los precios, sería otra la historia, pero donde hay libertad de subir todo, esta posibilidad no aplica, porque sencillamente el efecto negativo se sentirá en los bolsillos de los venezolanos”, agregó.
Otros consultados manifestaron que en la víspera de fin de año, muchas tiendas y comercios comenzarán a ajustar precios, para tratar de paliar los gastos de inversión.
También destacaron el caso de empresas que adelantarán utilidades de fin de año como medida ante la ante la actual inflación.
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