El Animal Preferido de Dios, El Caballo
Los caballos son animales de contacto, buscan el contacto con la persona que los cuida y con la que conviven.
PATRICIA BURGOS Visión Agropecuaria
Una gran mayoría de la población conoce y comparte su vida y su mundo con animales de compañía pequeños, a saber: perros, gatos, hurones, reptiles, pájaros, peces, etc… pero existen otras muchas personas que lo hacen con los caballos.
Pues para aquellos que desconozcan cómo es el compartir y convivir con estos maravillosos animales, hemos preguntado a personas que se relacionan con ellos a diario ya sea por el mero placer de su compañía y/o por trabajo y esto es lo que nos han contado:
Lo primero que nos cuentan es que los equinos son animales de contacto, buscan el contacto entre ellos y con las personas con las que se sienten a salvo.
Son animales extremadamente sensibles y asustadizos, en tanto que su naturaleza es ser presa.
De ahí que sus sentidos estén muy agudizados para huir ante cualquier ruido extraño, sensación que no les agrade, movimientos bruscos y ante personas que no sientan como pacíficas.
Estos animales se comunican a través del movimiento de sus orejas, nariz, ojos, boca, patas y rabo, así como de la musculatura de su cuerpo.
Es importante a la hora de establecer una relación con ellos, el ser consciente y saber observar, como con cualquier otro animal, sus gestos, ya sean las posturas corporales, los movimientos de cabeza y cara, los sonidos y relinchos, etc…
Todo en su conjunto es significativo para llegar entender lo que el caballo está comunicando.
Los equinos necesitan un cuidado regular, esto es, baño, cepillado, pastar con calma, pasear y/o correr por el campo bastante tiempo (en definitiva, estar al aire libre y sin atar) y si duermen en cuadras, tenerlas limpias con mucha asiduidad.
Además, al ser animales de manada, si se sienten queridos, cuidados y bien alimentados, son muy leales y saben cuál es su hogar y las personas en las que pueden confiar.
Nos cuentan que cuando se establece el vínculo definitivo es posible que aunque estén sueltos por el campo, se les llame y vuelvan ellos solos al lugar donde se les da de comer y donde duermen.T
ambién comienza a haber gestos de complicidad, como toques con la cabeza en los brazos, pequeños empujoncitos para llamar la atención, “besos” en la mano mientras le dan de comer en ella.
Se establece una relación muy personal entre ambos. Y algo que nos comentan con mucho interés es que son muy observadores y que transmiten mucho con la mirada.
En general, si se sienten tranquilos y seguros, transmiten paz, calma, bienestar y cariño. De ahí que sean de gran ayuda en terapias asistidas para personas.
Finalmente señalar que coinciden en que son seres maravillosos y que, una vez que llegas a establecer una relación de confianza y lealtad con ellos, la relación entre equino y humano es algo indescriptible.
A colación de todo lo anterior, sorprende una información publicada el pasado 30 de junio de este 2015, en la revista Plos One.
Un estudio* que afirma que caballos y personas comparten gestos similares, ya que los equinos emplean de una forma parecida a la nuestra, músculos faciales como los nasales, oculares y labiales para expresar estados de ánimo en diferentes situaciones.
El animal preferido de Dios**, el caballo, es un ser al que iremos descubriendo poco a poco en este canal de mascotas, ya que aunque sea un cuadrúpedo de gran tamaño, también es un animal que ayuda, acompaña y quiere a aquel humano que le profese la misma devoción, siendo para muchas personas un animal de compañía muy querido y uno más de la familia, pero que no cabe en el sofá y tiene unas necesidades diferentes a los pequeños a los que estamos más habituados.
*El estudio ha sido elaborado por las universidades inglesas de Sussex y Portsmouth y una estadounidense, Duquesne:
Para llegar a la premisa de la similitud en los gestos, se valieron de una herramienta que desarrollaron para poder organizar por categorías las diferentes expresiones faciales basadas en los movimientos musculares.
“Denominado así en los textos y pasajes “De la tradición árabe”: “Cuando Dios quiso crear el caballo dijo al viento del sur: de ti produciré una criatura que será la honra de mis allegados, la humillación de mis enemigos y la defensa de los que me acatan." ¡Sea!" respondió el viento.
Cogió Dios entonces un puñado de viento y creó al caballo.
Le habló así: te llamo caballo, te doy raza árabe, a tu crin anudo el bien, cabalgándote se logrará el botín, la gloria se hallará donde tú estés.
Yo te distingo de todos los animales, sobre ellos te hago señor; la querencia de tu amo te concedo, te permito volar sin alas.
Entre los animales bendito seas”.
Extracto de “Elogio de algunas maravillas del Magrib”, por Ab? ??mid al-Garn???, al-Mu`rib `an ba`.d `a??´ib al-Magrib.
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