Los usuarios niegan que captahuellas” agilicen compras

En el estado ya 36 comercios tienen instalado el sistema biométrico, de acuerdo con cifras de la Gobernación. Hasta tres colas se deben hacer en el interior de los establecimientos para adquirir productos básicos.

Daniela García   La Verdad

En los supermercados que tienen instalado el sistema biométrico, que identifica a los usuarios y registra sus compras, ya no se observan las largas colas desde afuera.

Ahora las filas se forman en el interior de los establecimientos que cuentan con las llamadas captahuellas, por las que tienen que pasar los consumidores a chequearse antes de adquirir productos regulados.

Los usuarios consideran que el mecanismo, lejos de agilizar las compras en los comercios, lo que logran es dificultar el proceso de hacer mercado.

"Tuve que hacer tres colas", aseguró ayer Aymara Reyes, comerciante, en la puerta de un supermercado ubicado en la avenida Delicias.

La primera fue una fila "biométrica" para colocar su huella en el sistema de control. La segunda fue para pasar por la caja registradora. La tercera fue para retirar los productos básicos que había pagado previamente.

"Esas máquinas no son la solución, cada día, en vez de avanzar, retrocedemos", criticó la mujer de 59 años.

Pese a lo engorroso del proceso, en Zulia ya 88 mil 470 personas están registradas en el sistema biométrico, de acuerdo con cifras de la Gobernación de Zulia.

Resistencia

José Inciarte, comerciante, salió ayer de un supermercado sin nada, pues no estuvo dispuesto a cumplir con el procedimiento.

"Ahora es peor hacer una compra porque son más las colas que se deben hacer. Para el captahuellas, para pagar, para todo".

Andrés Parra, ingeniero industrial, consideró "ilógico" que las captahuellas, lejos de mejorar la situación, hayan multiplicado las filas dentro de los comercios.

"Yo no he comprado ningún producto regulado solo para no pasar por el captahuellas", dijo el joven de 32 años al salir de un establecimiento.

Ricardo Rojas, técnico de inspecciones, indicó que -a su juicio- las molestias no las ocasionan las máquinas, sino las personas que intentan comprar los rubros regulados.

"El problema es el comportamiento de la gente en los supermercados, que entorpece todo el procedimiento", estimó el hombre de 58 años.

Pero de acuerdo o no con el sistema, el registro de la huella es obligatorio para adquirir productos básicos en un total de 36 comercios de la entidad, según la data de la Gobernación.