Advierten que continuará inflación en precios de alimentos
No se detendrá la caída del poder adquisitivo, resultado de políticas erradas, dicen las economistas Tamara Herrera y Anabella Abadi.
BLANCA VERA AZAF el nacional
La dependencia de las importaciones, el rezago en los precios como resultado de los controles, la escasez de divisas y la dificultad de las empresas para manufacturar son solo algunas de las distorsiones que continuarán afectando el presupuesto familiar por la imposibilidad de frenar la espiral inflacionaria en alimentos, que según el Banco Central de Venezuela se ubica en 91%.
Así lo explican las economistas Tamara Herrera y Anabella Abadi, quienes coinciden en que lejos de que la situación mejore tiende a empeorar porque no es el resultado de un programa económico de shock sino, peor aún, parte de la política que impulsa el Estado como parte del modelo del socialismo del siglo XXI.
Herrera considera que la perspectiva, si se piensa en el reacomodo de cargos que ha habido en el Ejecutivo con el llamado sacudón, es que habrá “una corrección muy lenta y probablemente se vuelva a intentar usar el recurso de las importaciones para complementar el déficit de oferta, cuyo principal inhibidor es la rigidez de los controles de precios”.
Añade que son precisamente esos controles los que exacerban los cuellos de botella y afectan la cadena de producción y los suministros en la industria.
Asegura que también existe un problema financiero que consiste en que el gobierno retrasa el cumplimiento en algunos subsidios de bienes de la producción, por lo cual no se mantiene al día con la demanda. Adicionalmente hay un entorno que coarta las inversiones necesarias para hacer crecer la producción agrícola e industrial en general.
Advierte que el deterioro fiscal y monetario ha conducido a una situación crítica con la inflación.
“Aquí se destruyeron todos los esquemas de precios relativos y la inflación está totalmente fuera de control”, señala.
Herrera asegura que “la absurda e irresponsable depreciación del mercado paralelo, que fue abandonado, contribuyó a la destrucción del poder adquisitivo”.
Anabella Abadi indica que los resultados del alza de los precios de alimentos “son muy preocupantes”.
Recuerda que el ministro de Agricultura, Yván Gil, ha asegurado que 50% de lo que se come en Venezuela es importado y que el propio presidente Nicolás Maduro reconoció hace poco que este tipo de compras externas se habían incrementado 50%.
Agrega que con la escasez de divisas no hay garantía de poder cubrir esa demanda.
“Hace mucho tiempo alertamos que había una espiral de inflación que sería muy difícil de revertir”, dijo.
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