Las Colas del Hambre

Terminarán al resolver las causas de la escasez, liberando la economía.

PEDRO E. PIÑATE B. |  EL UNIVERSAL

La escasez según el DRAE es poquedad, mengua de algo, como la de alimentos y todo tipo de bienes y servicios que sufrimos en Venezuela. 

También es pobreza o falta de lo necesario para subsistir. De allí que para 30 millones de venezolanos vivir con escasez se traduce en interminables colas pues la demanda supera ampliamente la oferta insatisfecha. 

Son las colas del hambre y la inequidad. En ellas solo el pueblo hambreado se alínea, de lo contrario no sobrevive. Un Ministro no hace mercado, tampoco un Gobernador, Alcalde, Concejal o Diputado; menos un Magistrado o militar de alto grado, ni un rico nuevo boliburgués. A ellos nada les falta, todo les sobra. 

Por eso las colas del hambre son antidemocráticas: solo para pobres y clase media.

Variando en longitud, duración y frecuencia, también las colas del hambre difieren en composición. 

En estados fronterizos se excluyen además a los compatriotas en tránsito o visitantes de otros estados que deben ser autorizados; y ni decir de los extranjeros vetados como son los colombianos. 

Otras colas degradantes son las que el ciudadano debe hacer para cualquier trámite ante los entes oficiales. Ellas reflejan la falta de gerencia y de voluntad política al más alto nivel para servir bien al público. 

Esto, aun pagando los ciudadanos directamente las tasas de servicio o a través de los impuestos, lo que muchos funcionarios parecen ignorar mientras aquellos corruptos se lucran con peajes.

Sobre cuándo y cómo las colas del hambre terminarán, será al resolver las causas de la escasez, liberando la economía y garantizado la inversión y propiedad privada. 

En cuanto a los entes oficiales, las colas acabarán el día que el Gobierno sirva al pueblo y no al revés como hasta ahora.