Ser Empresario ¿Será Delito?

FRANCISCO OLIVARES |  EL UNIVERSAL

El pasado jueves el presidente Nicolás Maduro sorprendió a todo el mundo con su declaración en la que invitaba a las empresas venezolanas a impulsar la producción de bienes y servicios en el país de manera tal que aumente sus actividades y alcancen la capacidad de exportar hacia otras naciones.

Acostumbrados los venezolanos a que ser empresario es malo, ser exitoso es sospechoso, ser eficiente y generar miles de empleos es ser un explotador desalmado y que tales empresarios son los responsables del contrabando, la inflación, la escasez y de todos los males del país, tales declaraciones generan un cierto alivio y lo llevan a uno a dudar que después de todo el Gobierno no es tan insensato y que de alguna manera, en algún momento, la cúpula que Gobierna comenzará a tomar medidas para recuperar el país, justamente destruido por un modelo ideológico que solo ha beneficiado a los importadores y a la burocracia gubernamental.

Tan sorprendente fue la declaración a la que Maduro agregó el compromiso de cancelar hasta el último dólar de la cuota de la deuda que vence este año por 5 mil millones de dólares, que hasta los bonos venezolanos, que iban en caída libre, lograron una ligera recuperación.

Pero los venezolanos ya estamos acostumbrados a no creer mucho en lo que se dice y sabemos que lo que se afirma un día al día siguiente se contradice.

En este caso también ocurrió cuando el importante ministro de Agricultura y Tierras y vicepresidente de Seguridad y Soberanía Alimentaria, Iván Gil dijo que: "Ser capitalista no es todavía un delito en nuestra Ley" en el contexto de una afirmación en la que señalaba que "el modelo capitalista que promueve Empresas Polar y otras empresas" es causante de los males que padece el pueblo, entre los cuales está el tema del contrabando. Entonces a quién se le debe creer a Maduro o a su ministro de "Soberanía Alimentaria".

Dejemos por el momento de lado eso de que "todavía no es delito ser capitalista", y lo que sugiere, que en algún momento lo será ¿Qué pensará Maduro de esa interrogante?

Frente a cifras que registran las enormes pérdidas que generan las empresas del Estado, incluyendo las que producen harinas de maíz, cuyas pérdidas deben ser cubiertas con el  dinero de todos los venezolanos que pagan impuestos, una de las pocas voces empresariales que se escuchan anunciando ampliación de plantas y aumentos de producción es justamente esta importante empresa privada que alude el ministro. 

El modelo que promueve Polar es el de la inversión y el empleo con 29.000 empleos directos bien remunerados y 150 mil en forma indirecta. Ese contingente humano aporta a las arcas del Estado 10.700 millones de bolívares al año (cifras oficiales declaradas por Polar). ¿Por qué las estatales, con contadas excepciones no lo hacen?

En un país con tan severa crisis económica, el alto Gobierno debería reflexionar y mirar lo que sus vecinos y aliados ideológicos como Brasil y Ecuador están haciendo con sus economías.