El “Sacudón” disimula las fallas en la política agroalimentaria

Tres encargados de producir y distribuir alimentos rotan las competencias de garantizar la seguridad alimentaria. Werner Gutiérrez, ingeniero agrónomo, resalta un “enroque” que pinta a continuación de una “equivocada” política agraria.

Yasmín Ojeda  La Verdad

Los anuncios del presidente de Venezuela Nicolás Maduro, con los cambios de ministerios y la creación de la Vicepresidencia de Seguridad y Soberanía Alimentaria en la estructura Ejecutiva oficial, dejaron clara la continuación del camino económico en materia agrícola. Son nombres conocidos que ya están identificados con la administración de los despachos de Alimentación y Agricultura y Tierras.

Yván Bello, que fungió como presidente de PDVAL, pasó al Ministerio de Alimentación. José Luis Berrotarán escaló de viceministro a ministro de Agricultura y Tierras. Yván Gil, que se desempeñó en ese cargo desde abril de 2013, subió a la Vicepresidencia de Seguridad y Soberanía Alimentaria.

El sacudón prometido por el mandatario nacional para mejorar y recuperar la producción y distribución de alimentos se fijó con funcionarios claves. Yván Gil será el enlace, coordinador de las políticas agrícolas. Será el encargado de responder por qué en cinco millones de hectáreas en manos del Gobierno no se produce a la velocidad que se proyectó.

Para Werner Gutiérrez, ingeniero en agronomía, “no hubo” avance para transformar la política. Se ordenó “un enroque de piezas”. Y es que “no se asoma ninguna expectativa positiva”. Quienes están al frente para responder por la producción de alimentos son los mismos que representan la “política de hegemonía”, donde el Gobierno expropia y confisca bienes que luego se traducen en aumento de escasez y “más importación” de productos.

La presencia de Gil en las asambleas celebradas de Fedeagro germinó una apertura de diálogo, que aún navega sin concretar acciones. Gutiérrez explicó los ejemplos de la gestión sobre la que pesan “errores”. 

En las mesas técnicas, los productores solicitaron que se acordaran los precios del cereal antes de iniciarse la cosecha a fin de estimular y abonar un escenario “conveniente” para el sector primario. Pero “continuamos en lo mismo. Se inicia la cosecha y no hay precio”.

En el caso de la leche, sometida a control de precio y subsidio, demostraron la “política errada”. La “equivocada” administración se hace evidente al ver que 90 por ciento de las cinco millones de hectáreas regularizadas por el Gobierno “están sin uso. No fueron capaces de lograr producir”. Y que en el campo continúan las fallas de insumos para el campo.