Existen semillas nacionales tan competitivas como las importadas
María Beatriz Parilli Ultima Hora Digital
Ante la presencia de unos 100 agricultores y teniendo como escenario una parcela de La Colonia, municipio Turén, la Fundación Danac llevó a cabo por quinto año consecutivo, el día de campo denominado “La innovación se cultiva”, en el que fueron exhibidos los avances de cuatro híbridos de maíz blanco, en los que viene trabajando con la idea de fomentar la producción nacional de semillas.
Una charla inductiva antecedió a un recorrido por el área sembrada con los nuevos híbridos de maíz blanco en Venezuela y que más tarde fueron cosechados, para demostrar en el terreno de los agricultores, la productividad alcanzada a través de los diversos materiales que fueron sembrados en un mismo lugar y bajo las mismas condiciones.
Los ensayos se realizaron sobre 8 hileras de 400 metros de largo, de los cuales 100 fueron cosechados, luego de que la Fundación Danac -organización sin fines de lucro, creada y sustentada por Empresas Polar- exhibiera sus mejores híbridos, para compararlos y establecer cuáles pudiesen ser presentaos al mercado para la siembra del próximo año.
Durante las pruebas comparativas, se cosecharon y pesaron los materiales, para observar cuáles obtuvieron mayor rendimiento por hectárea y de esta forma, estimular su producción al ponerlas a disposición para futuras siembras del maíz blanco, materia prima de la arepa venezolana.
Aunque en el país, se prefiere la semilla importada en vez de la nacional, la Fundación Danac defiende lo hecho en casa. “Los híbridos producidos en el país, comparados con los de afuera, tienen unos rendimientos muy similares (…) siempre han sido muy competitivos con los importados, lo que vamos a demostrar a manera de fomentar la producción nacional de maíz blanco”, afirmó el gerente general de la organización, Juan Raúl Salas.
De los cuatro híbridos presentados, Salas destacó el Danac-255 que ya está disponible para la venta y cuyos rendimientos -en condiciones normales- no bajan de 5.500 y 6.000 kilos por hectárea, además del Danac-374 que posiblemente se comercialice el próximo año, puesto que son rendimientos superiores a los 6.000 y 6.500 kilos por ha.
“Cuando hacemos nuestra investigación -que es nuestro fuerte- el mejoramiento genético lo realizamos en Venezuela, donde sembramos en diferentes localidades y nos aseguramos que sean resistentes a enfermedades y plagas, teniendo una mayor adaptación en los suelos y mejores rendimientos que los materiales desarrollados en otros países”, dijo el gerente.
En el área de costos, tiene un impacto positivo ya que economiza los gastos de los agricultores, según precisó el especialista, quien calcula que el saco de semilla importada se vendió en 1.000 bolívares, mientras que el precio del nacional fue menor que los 600 bolívares.
Amenaza
Carlos Zambrano, profesor jubilado de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) y gerente de la empresa de insumos Insubiol, presidió la charla con los productores, a quienes advirtió sobre una de las amenazas que se cierne sobre el maíz blanco y que aparte de Venezuela, se da en otros tres países como China, Indonesia y Malasia.
“Es una enfermedad fitopatógena llamada ‘rhizoctonia solani’ (mancha bandeada del maíz) que está en el suelo y cada día se multiplica más, siendo la aplicación de productos y fertilizantes biológicos, la única forma de controlarlo o manejarlo”, dijo.
La reducción del peso de los granos y el poco llenado de la mazorca, son unos de los síntomas más notables cuando aparece esta enfermedad en el cultivo que durante su etapa de desarrollo vegetativo, no presenta problema aparente hasta que llega la época de floración y se refleja en el debilitamiento de la planta, según recalcó Zambrano.
El experto sostuvo que Guárico es uno de los estados con más inconvenientes en este aspecto, mientras que en Portuguesa se registra principalmente en zonas con mucha humedad en los municipios Turén y Santa Rosalía. Sin embargo, “estos híbridos de la Fundación Danac tienen más oportunidad de tolerar y resistir un poco la enfermedad, además de que tienen una buena uniformidad de crecimiento, lo que significa que su producción sobrepasa los 5 mil kilos por hectárea”, enfatizó.
Experiencia
A través de sus trabajos investigativos, en los últimos 25 años, Fundación Danac se ha dedicado a generar y mejorar la semilla nacional, a través de sus híbridos de maíz y arroz, donde “también hemos tenido mucho éxito en la generación de variedades para la agricultura venezolana”, expresó Juan Raúl Salas.
El gerente general de Fundación Danac resaltó también la semilla de soya, obtenida mediante el mejoramiento genético para las condiciones agroecológicas de Venezuela, donde “día a día buscamos generar más beneficios para la agricultura nacional”.