Consumidores dan prioridad al producto antes que al precio

El índice de confianza perdió 15 puntos porcentuales en un año.

ANGIE CONTRERAS C. |  EL UNIVERSAL

La escasez y la inflación han llevado al venezolano a ajustar sus hábitos de consumo. La prioridad para la población ya no es el precio del producto sino conseguirlo.

Los venezolanos dedican más tiempo para buscar los alimentos de la cesta básica como la leche, el aceite, la harina de maíz precocida, el pollo, la carne, el arroz, entre otros alimentos. Tanto es así que están dispuestos a hacer horas de cola y recorrer varios establecimientos para adquirirlos.

Luis Vicente León, presidente de Datánalisis, señaló que en estos momentos el consumidor se preocupa por adquirir el producto, sin importar si el precio es superior.

"Los consumidores son muy distintos a lo que eran en 2008. Son más sensibles a comprar los productos cuando lo ven en el anaquel para protegerse, no reaccionan a los precios. Por eso compran a precios más altos e incluso en el sector informal. Y esto rompe la fidelidad de marcas, que también hay menos en el mercado".

Justamente la incertidumbre sobre el abastecimiento de productos ha hecho que la demanda de alimentos se incrementara durante este año. 

"El consumidor adelanta el consumo porque no sabe si lo va a conseguir y eso ha expandido el consumo, que no creció más no porque no hubiese demanda sino porque la oferta es insuficiente", indicó.

El consumidor también ha optado por comprar los bienes y productos al momento cuando los ve en el anaquel, no sólo por la incertidumbre sino también por la inflación. Está consciente de que en la siguiente oportunidad de compra el precio será mayor. "Es la manera que han conseguido para protegerse", señaló.

León destacó que esa expansión del consumo fue antes de las medidas de fiscalización que aplicó el Presidente Nicolás Maduro, cuyo impacto no se ha medido aún.

El analista señaló también que el auge de los precios trajo como resultado la pérdida de 5% en el salario real de los trabajadores. 

Destacó que pese a esa situación, la liquidez monetaria se incrementó considerablemente, lo que hizo que hubiese mucho dinero detrás de pocos bienes en el mercado.

"No se consumió más porque no había suficientes productos. Pero lo poco que había en los inventarios también se consumió".

Menos confianza

El índice de confianza del consumidor, que mide Datanálisis, registró en septiembre -última medición- una disminución de 15 puntos porcentuales en un año, con lo cual se ubicó en 35%, un resultado "muy pobre" a juicio de Luis Vicente León.

El indicador, que evalúa si la gente confía en el país, el entorno y la evolución de la economía, así como si está dispuesta a comprar bienes duraderos, es el más bajo registrado desde que la Datanálisis comenzó a realizar la medición en 2008.

León apuntó que la confianza del consumidor venía subiendo pero en los últimos tres meses se desplomó. La situación económica, la inflación, sensación de crisis y el desabastecimiento son valorados como negativos por la población.

El estudio cualitativo sobre percepción de abastecimiento en el país, realizado por Datanálisis entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre, reveló que tres cuartos de la población percibe que hay desabastecimiento de productos de primera necesidad en el país, fundamentalmente en leche, aceites, medicamentos, productos de cuidado personal, entre otros.

Las estadísticas del Banco Central, al cierre de octubre, revelaron que la escasez en alimentos se situó en 22%, la más elevada de este año. Los alimentos que registraron un nivel crítico de abastecimiento fueron leche en todas sus presentaciones, aceite, harina precocida de maíz, azúcar y margarina, entre otros.