Impuesto a tierras ociosas genera descontento entre productores

El Regional     Ramon Ballester

El proyecto de aplicar el cobro de impuesto a la tierra ociosa que promueve el Instituto Nacional de Tierras (Inti)  no ha sido muy bien visto por el sector productor, pues consideran que lejos de aumentar la producción alejará a los agricultores del campo.

Recientemente, el presidente del Inti, Williams Gudiño,   señaló que además del rescate de tierras, el organismo que representa agudizará la lucha contra el latifundio  y tierras improductivas implementando el cobro de impuesto.

“Nosotros iniciamos el cobro de impuesto a las tierras ociosas, o relativamente improductivas, porque no basta con producirlas, sino hacerla de manera eficiente, entonces el tributo sería progresivo”.

La propuesta  del Inti aún se encuentran en estudio y en los próximos días será entregada al ministro del Poder Popular para la Agricultura y Tierras, Yván Gil, para su estudio y posterior entrega al presidente Nicolás Maduro para su aprobación.

Sin embargo, aunque Gudiño indicó que con el impuesto los campesinos y dueños de fincas se motivarán y se pondrán a producir antes de pagar el canon que establecerá el Ejecutivo que será a través del Seniat y que pudiera cristalizarse  este año, los posibles afectados directos señalan que la medida demuestra la ineficiencia del gobierno en el área agrícola.

Lourdes Pérez, productora de Ospino, expresó que la  lucha de este sistema contra el latifundio no ha rendido los frutos esperados, pues han expropiado millones de hectáreas y aún somos dependientes de las importaciones.

“No sería justo que cobren un impuesto  por la improductividad de la tierras, porque muchos agricultores  productores tienen sus tierras medianamente productivas por la inseguridad jurídica que se vive y por la baja  en la rentabilidad”.

En ese orden, comentó que  la rentabilidad se ha visto mermada  e los últimos ciclos porque los precios no se corresponden  con los costos de producción, lo cual ha venido afectando y disminuyendo el hectareaje  de siembra progresivamente.

En las redes sociales,  productores rechazan el proyecto y   exigen que de ejecutarse el cobro, porque no se le  bonifica  a todos aquellos trabajadores del campo que año a año han venido creciendo en sus aportes a la soberanía agroalimentaria del país.

Vale destacar, que dirigentes agrícolas han alertado que en los últimos años más de 50 mil personas han abandonado la actividad primaria por los problemas que se viven dentro del sector.

Además, afirman que el canon será un desacierto   que se toma en base a la ineficiente Ley de Tierras, que para muchos está caduca.

“El problema de las tierras es el aspecto más estructural, profundo de la agricultura. Otro error en ese sentido sería definitivamente fatal”, comentó un ganadero.

En contraposición a ellos, el gobierno nacional sigue firme en su  propuesta y su batalla contra las tierras ociosas del país, ya que se encuentran afinando los mecanismos para a través del plan Tierra y Hombres Libres lograr recuperar 265 mil hectáreas, que según personeros,  servirán para seguir contribuyendo con la soberanía alimentaria de la nación e ir disminuyendo la fuerte dependencia de materia prima de otras naciones.