Escasez e
inflación obligan a la gente a cambiar sus hábitos de compra
20% es lo que promedia la escasez durante el año 2013,según reportes del BCV.
Gabriela Iribarren El Mundo
"Luis, corre a
meterte en la cola de pago mientras tu hermana y yo vamos buscando la leche, la
margarina, el aceite y otras cosas"... "Mami, apúrate. Faltan solo
dos números para que nos toque en la carne y todavía tienen de primera"...
"Amor, en el mercado de la esquina hay papel higiénico, harina de maíz y
arroz regulado, vente y así llevamos más a la casa".
Estas frases son
comunes hoy día en los establecimientos. Y es que a lo largo de 2013, hacer el
mercado se ha vuelto una tortura para cualquier venezolano, sin distinción de
clase social o zona del país en la que resida.
El desabastecimiento de
artículos básicos, las compras nerviosas, la creciente informalidad, las colas
para pagar, la venta racionada y la inflación, son factores que se han hecho
habituales en los establecimientos y la gente los soporta ante la necesidad de
tener los productos en casa.
A todos por igual
La escasez afecta a
todos sin distinción social, Así se evidencia en los recorridos semanales que
efectúa el equipo de El Mundo Economía y Negocios. "Tengo dos niños
pequeños y necesito contar con ciertos productos como leche en polvo y cereal.
Antes no estaba pendiente de reponerlos hasta que abría el último pote, pero la
situación me ha obligado a ser más previsiva y contar con una despensa en la
casa con esos y otros productos, como papel tualé, margarina, arroz, aceite de
maíz y harina precocida", comentó María Fernández, quien tenía una hora esperando
para pagar en el supermercado Plaza's de Valle Arriba. "Lo increíble es
que haces una cola horrible, no tienen todos los productos y los que tienen los
venden racionados".
Fernández asegura que
esta situación ha hecho que el presupuesto del mercado no le rinda como antes.
"Donde veo los productos que escasean los compro, en ocasiones pago hasta
el triple de su precio regulado; gasto más, pero prefiero asegurarlos en la
despensa". Añade que antes hacía el mercado quincenal, con una reposición
a la semana. "Ahora voy cada dos días".
La experiencia de
Lourdes Vásquez es muy parecida, aunque en otro local y zona de Caracas. En su
hogar, ubicado en Candelaria, hacer mercado se ha vuelto una tarea para el
grupo familiar. "Todos los sábados nos vamos con los muchachos al
supermercado que pensamos que estará más surtido. Uno de los niños se mete en
la cola y el resto va en una especie de carrera buscando los productos que
necesitamos. Lo bueno es que al llevar a los muchachos -a veces- podemos llevar
más de los artículos racionados, aunque tenemos que pagar en varias
partes".
De allí el grupo
familiar va a otros locales, buscando los productos que no consiguieron en el
anterior. "A veces vamos hasta a cuatro establecimientos. Hacer la compra
se ha vuelto una tarea de un día entero".
La señora Vásquez
destaca que en muchos artículos ya no está pendiente de la marca que lleva,
sino de conseguirlos; "ya no le paro a la marca de papel, leche o
margarina que llevo".
Cazadores
Los consumidores
venezolanos nos hemos vuelto unos cazadores de productos a lo largo de este
año. Al llegar a un local un artículo que escasea, enseguida se corre la voz y
en cuestión de minutos se forma la gran cola. "He pasado más de una hora
en cola para pagar solo leche, pero la necesito", recalcó Carolina López.
"En mi casa
estamos todos pendientes de los productos que nos faltan. Si alguien encuentra
alguno enseguida le avisa al resto", dijo un señor que esperaba a su
esposa e hija en un Farmatodo.
"Casi todas las
mañanas, antes de entrar al trabajo me acerco a Plansuarez y veo qué hay. Si
hay algo que necesito lo compro. Al mediodía pasó por otro establecimiento. Así
hago para completar el mercado, aunque siempre falta algo", dijo Josefina
Angelino, quien asegura que -además- utiliza las redes sociales para que la
gente me diga donde hay uno u otro producto. "El pasado jueves necesitaba
leche larga duración y por Twitter me dijeron donde la encontraría".
Problema multifactorial
Representantes de las
cadenas de supermercados aseguran que las compras nerviosas y de los informales
arrasan con los inventarios de productos básicos en horas.
Añaden que la
aplicación de la nueva Ley Orgánica del Trabajo ha generado problemas de
diversa índole, pues al ausentismo laboral y problemas con sindicatos, se une
la obligatoriedad de otorgar dos días libres continuos a los empleados que
trabajen el fin de semana.
El primer trimestre del
año fue prácticamente nulo en cuanto a la importación de la materia prima e
insumos, lo que desencadenó fallas de inventario en el sector industrial, lo
cual se reflejó en muy poco tiempo en los anaqueles de los comercios.
El Gobierno ha buscado
fórmulas para mitigar el problema. En mayo se instalaron las mesas sectoriales,
a través de las cuales se logró agilizar la entrega de divisas correspondientes
a deudas pendientes con los proveedores extranjeros. Algunos supermercados de
cadenas privadas comenzaron a recibir los despachos de productos por parte del
Gobierno. Recientemente, se creó el Órgano Superior de Defensa de la Economía,
para combatir la llamada "guerra económica".
"Antes hacía el
mercado quincenal, con reposición semanal; ahora voy cada dos días"
"A veces vamos
hasta a cuatro establecimientos en un día para completar una compra"
20 por ciento es lo que
promedia la escasez durante el año 2013, según reportes del BCV.
70% de abastecimiento
reporta la Asociación Nacional de Supermercados y Autoservicios.
42,4 por ciento subió el precio de los alimentos
en los ocho primeros meses del año.
"La situación me
ha obligado a ser más previsiva y contar con una despensa surtida"
"Donde veo los
productos que escasean los compro, aunque no los necesite"
SUPERMERCADOS VIVEN ABARROTADOS
"En el
supermercado es más cómodo comprar, cuando está bien surtido consigues de todo
en un ambiente seguro; además, aceptan cualquier forma de pago, pero
últimamente hay mucha cola para pagar", comentó Rafael Gómez, en el
Madeirense Alameda.
En los últimos meses, estos establecimientos se han visto
abarrotados constantemente de clientes que buscan abastecerse. Para minimizar
las compras de los informales venden racionados casi todos los productos de la
cesta básica. "El problema es que entran, compran y al rato regresan. No
tenemos cómo controlarlos. Cuando los descubrimos, les impedimos la entrada,
pero es difícil erradicarlos", dijo el gerente de una conocida cadena.
Los
supermercados venden la mayoría de los productos de la cesta básica al precio
regulado, pero duran apenas minutos en los anaqueles, por lo que ofrecen
también las presentaciones premium de estos productos que representan una
opción en los momentos críticos.
Es común observar muchas personas en las
entradas de los supermercados antes de abrir, y cómo la gente arrasa y se
abalanza sobre los productos regulados que escasean en apenas minutos.
CONSEGUIR DE TODO TIENE SU COSTO
"No me gusta eso
de estar dando vueltas de un lugar a otro pescando los productos que necesito,
por eso me vengo al mercado municipal, donde consigo casi todo, aunque un poco
más caro", dijo Justa Márquez, quien compraba en el mercado de Chacao.
"Aquí la verdura y los quesos siempre están frescos, nunca falta la carne
y el pollo, así que por lo menos me llevo el mercado casi completo",
agregó. Es un hecho que en la mayoría de los municipales los comerciantes cuentan
con casi todos los productos.
Tal es el caso del queso pasteurizado, que no se
observa en los supermercados, allí lo tienen, pero con sobreprecio. Otra
modalidad que se observa en estos establecimientos es la venta condicionada, es
decir, si el cliente quiere llevar un producto escaso, se lo venden siempre y
cuando lleven uno o dos de menos rotación, así como la venta en combo.
"Para llevar un kilo de leche tuve que comprar un combo que tenía arroz,
azúcar y avena por Bs 150", recalcó una señora.
LA RED PÚBLICA ES LA MÁS PRIVILEGIADA
Las redes Pdval y
Bicentenario gozan de los beneficios del suministro de las empresas estatales y
ofrecen al público productos marca Casa, Socialista y Venalcasa, entre otros.
Además, suelen vender todos su productos al precio fijado en la Gaceta Oficial.
Los supermercados Bicentenario gozan -además- de un mix de proveedores públicos
y privados, por lo que hoy día podría considerarse el canal más surtido en
cuanto a variedad de marcas y presentaciones.
Los consumidores no tardaron en
darse cuenta de esto, es por ello que en los últimos meses los Bicentenario
suelen ser más visitados por el público. "Acá se consigue de todo; Harina
Juana o Pan, Mazeite, margarina de varias marcas, harina de trigo, papel",
señaló Miriam Rojas, quien realizaba su compra en un local de la red
gubernamental ubicado en Terrazas del Ávila. "A la cola ya me acostumbré,
no me queda otra, pero igual tengo que hacerla en los otros supermercados.
Trato de venir bien temprano para que me rinda el día".
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