Transportistas trancaron por unas horas la entrada a Silos La Flecha
María Beatriz Parilli Ultima Hora Digital
De maíz, sorgo e, inclusive, girasol del pasado período de recolección, y hasta de alguna chatarra, están llenos los Silos La Flecha -cuya administración pasó de CASA a Agropatria-, según denunciaron transportistas que por unas horas trancaron la entrada de la planta, donde no pudieron descargar la cosecha del ciclo invierno 2013.
Aunque las autoridades agrícolas nacionales y regionales, niegan supuestos problemas con la recepción de la cosecha en los silos públicos y privados, los transportistas aseguran que sí hay irregularidades en las plantas, alegando que de lo contrario no tendrían hasta cuatro días esperando por descargar la producción del cereal que recogieron en el campo.
En el estado Portuguesa, donde los funcionarios y dirigentes del sector apuntan a que la cosecha de maíz superará los 1.2 millones de toneladas, las plantas se están quedando pequeñas para atender la demanda, incluyendo la más importante como lo es los Silos La Flecha, centro de recepción creado por el Gobierno y que en una ocasión le fue arrendada a Empresas Polar.
“Ya son las 11:00 am y no hemos podido descargar maíz blanco porque supuestamente los silos están full. Si es así, porqué entonces no nos mandan a los de Agropatria o algún otro donde haya capacidad. En mi caso, estoy desde el sábado pasado haciendo cola, pero hay compañeros que están desde el jueves, es decir, tienen cuatro días esperando que los atiendan”, se quejó el conductor Jonny Oropeza.
El problema se presenta únicamente con el maíz blanco, ya que los “módulos están llenos y con capacidad para almacenar solamente 2 millones de kilos por día, mientras que otros tienen sorgo almacenado y hay algunos que están dañados”, afirmó el conductor.
Al transportista Wilfredo Jiménez, le dijeron que también hay girasol de la cosecha norte-verano pasada y que no se ha podido enviar a las plantas procesadoras, pese a que ya se avecina el próximo período de siembra de la oleaginosa.
Pero a lo que a los conductores le parece más insólito, es que en Silos La Flecha existan módulos llenos, no de materia prima agrícola, sino de “chatarra y equipos que dejaron de funcionar desde hace tiempo, según nosotros mismos pudimos constatar”.
Mala gerencia
Oropeza hizo hincapié en que no es la primera vez que en Silos La Flecha ocurren retrasos e, inclusive, la interrupción del proceso de descarga, en tanto que rechazó que este tipo de situaciones se presente en una planta de tal envergadura y “que es un monstruo delante de las demás”.
El chofer Esteban Morillo responsabiliza a la “mala gerencia” por la inoperatividad de la planta. “El domingo pasado no trabajaron y ahora sólo lo hacen de 7:00 am a 4:00 pm, cuando antes lo hacían las 24 horas. El único día que trabajaron hasta las 8:00 pm, fue cuando vino el ministro (de Alimentación, Félix Osorio), y eso es porque durante las tres horas que estuvo, se paró la planta”, dijo.
Al transportista Alexis Gómez le parece que si antes -cuando la planta fue administrada por Polar- recibían a diario hasta 6 millones de kilos, “en una empresa socialista y con un deseo de que el país camine y crezca se debería acopiar 10 millones y no los 2 millones que almacenan por día”.
Los profesionales del volante aseguran que en tiempos de revolución, la planta ha ido decayendo en comparación a cuando fue administrada por el sector privado. “Cuando la Polar tenía a Silos La Flecha, esto sí servía”, expresaron.
Inseguridad
A parte del daño que ocasiona la larga espera por descargar la cosecha de maíz, la cual corre el riesgo de dañarse al estar tanto tiempo en situaciones no adecuadas, a los transportistas les preocupa quedar a expensas de la inseguridad, puesto que no hay vigilancia policial para resguardar su “estadía” en las adyacencias de los silos.
“Nosotros estamos afuera peligrando y corriendo el riesgo de que nos roben o nos den un tiro. Ya nos han robado el encerado, las baterías, cauchos y hasta los gatos, y nosotros tenemos que responder por esto ante los dueños de los vehículos”, indicó Jiménez.
Además, los transportistas tienen que hacerle frente a ciertas incomodidades a la hora de dormir, comer e ir al baño, ya que -según dijeron- después de las 11:00 pm no se les permite usar los espacios sanitarios de la planta.
No hay recepción
Una de las consecuencias de la larga espera en los silos, ha sido que se han generado gastos extras. Según el conductor Jonny Oropeza, “nos estamos comiendo los viáticos”, a lo que su compañero Wilfredo Jiménez añadió que “por las tres comidas diarias, durante estos cuatro días hemos gastado por lo mínimo Bs. 600 cuando a uno le dan Bs. 1.000 y de ahí tienes que pagar la caleta (descarga) por la que te cobran hasta Bs. 500, o sea que uno lo que queda es endeudado”.
Entre los choferes, de los cuales se encontraban unos provenientes de diversas zonas del estado Lara, no faltó el que manifestara su repudio ante los reproches de los agricultores. “Ellos se quejan del precio que estamos cobrando por el flete, pero no se dan cuenta de la situación que tenemos que soportar. Además, dicen que hacen falta camiones pero lo que no hay es recepción”, acotó Luis Landini.