JULIÁN CASTRO MARRERO
La
política de los servicios de salud animal debería orientarse de forma que
proporcione una contribución efectiva al desarrollo global del país, con el
objeto de mejorar el nivel de vida de sus habitantes; para lo cual es necesario
obtener el necesario apoyo político, económico y público.
En
esa conceptuación, la atención sanitaria veterinaria, privada y oficial,
orienta sus acciones a dar apoyo a la construcción de un perfil de salud animal
acorde con las exigencias de la seguridad alimentaría, la salud pública, el
comercio pecuario internacional y el trato adecuado de los animales.
La
administración de la salud animal de un país demanda un eficiente mecanismo sistematizado de vigilancia
epidemiológica, como base fundamental de sus programas sanitarios, servicios
cuarentenarios y planes de emergencias.
La
vigilancia epidemiológica es la observación y análisis de la ocurrencia de las
enfermedades, de su distribución y de los factores de su determinación y
control, para la toma de decisiones. Constituye un sistema dinámico que se
utiliza para observar de cerca y en forma permanente los aspectos de la
conducta y las variables condicionantes al proceso salud-enfermedad. Mediante
la identificación de los hechos, la recolección, análisis e interpretación
sistemática de los datos, la distribución de los resultados y de las
recomendaciones para la acción.
En
Venezuela, dentro de la organización de los Servicios de Sanidad Animal del
Ministerio de Agricultura y Cría, con la cooperación de la Organización
Panamericana de la Salud, se introdujo
en 1973 un sistema de notificación semanal para enfermedades vesiculares (Castro.)
posteriormente extendido a encefalitis equina, cólera porcino y rabia bovina,
también en ese mismo año se colocó en practica el uso de las coordenadas
geográficas para la ubicación de los focos de la enfermedades de los animales
que se registraban(Castro, J.).
Para 1976 es elaborado e implantado un sistema
de información y vigilancia epidemiológica para el servicio de sanidad animal
(Alvarez, E. Castro, J., Rusian, L.) y en 1985 es diseñado e instrumentado un Proyecto
de Creación de
las Unidades Estatales de Epidemiología para la Dirección de Sanidad Animal (Castro,
J.).
Esa
organización de la vigilancia epidemiológica amerita ser constantemente
actualizada en su orientación, dotación de equipos e inclusión y formación de
personal. Para lo cual hay que leer el acontecer diario en el sector pecuario
nacional e internacional.
Lectura esta constante del entorno que permita dar
respuesta a las necesidades identificadas. En este marco se identifica en la
actualidad la necesidad de revisar en el país el funcionamiento de las Unidades
de Epidemiología de nuestro de Servicio de Sanidad Agropecuaria. Ya que por la
dinámica propia de las instituciones ha ocurrido la salida de personal
especializado y no se están formando los sustitutos.
Es valida y
oportuna la reflexión, para llamar la
atención en el sentido de adelantar acciones para que nuevamente, con el apoyo
de las Facultades de Ciencias Veterinarias, se formen Médicos Veterinarios especialistas en Medicina
Veterinaria Preventiva, que asuman la
conducción de los sistemas de vigilancia
epidemiológica que dan soporte a la salud animal de la nación.
Por
otra parte, la nueva definición de los Servicios de Sanidad Animal hace
hincapié en la importante función que tiene el sector privado en la prestación
de servicios, sobre todo en lo referente a la vigilancia de las enfermedades
animales y a la puesta en práctica de las medidas sanitarias para su prevención,
control y erradicación.
De ahí que estas actividades necesariamente tienen que
contar con una nutrida participación social, asunto que ha marcado a los
programas exitosos que se observan en la actualidad en América del Sur.
Dentro
de los mecanismos de evaluación de los servicios y programas sanitarios existe
uno muy valido y sencillo, que es observar lo que están haciendo los que en
nuestra región son exitosos.
Hay
una constante en los servicios de sanidad animal que muestran una mayor
eficiencia, y es el hecho de disponer de una plantilla técnica formada dentro
de su seno y que va pasando sus experiencias de generación en generación, lógico
con inclusiones de directivos y de personal reclutado con credenciales acordes
con sus funciones.
Es
fundamental identificar el funcionamiento de esas organizaciones y los
resultados que obtienen, y comparar con nuestros componentes programáticos, como
estos se vienen desarrollando y su eficiencia. Veamos un ejemplo esquematizado.
ACTUALIZACIÓN DE LOS SERVICIOS DE SANIDAD ANIMAL
ESTRATEGIAS A REVISAR:
CAPACITACIÓN
PARTICIPACIÓN
SECTOR PRIVADO.
VIGILANCIA
EPIDEMIOLÓGICA.
SISTEMA
DE REMUNERACIÓN.
PROGRAMAS
SANITARIOS.
ARTICULACIÓN
INTERNACIONAL.
DESCENTRALIZACIÓN.
PLANIFICACIÓN
MEDIR
ACTUACIÓN DE SERVICIOS EXITOSOS
FORMACIÓN PERMANENTE DE PERSONAL TÉCNICO.
ANALISIS
PARTICIPACIÓN
SOCIAL.
INTRODUCCIÓN DE CAMBIOS
ACTUALIZACIÓN
DE UNIDADES DE EPIDEMIOLÓGIA
REMUNERACIÓN
POR PRIMAS SEGÚN RANGO ACADEMICO.
ACTUALIZACIÓN
DE PROGRAMAS SANITARIOS.
INTEGRACIÓN
SUBREGIONAL Y REGIONAL.
DESARROLLO
LOCAL.
ARTICULACIÓN
INTER-INSITUCIONAL.
Comentemos
algunos de los cambios colocados en el esquema anterior.
La formación constante de personal técnico es
fundamental, ya que es una materia especializada, que en pregrado no se ve en
profundidad; y existe la factibilidad de instruir profesionales ya sea a través
de las agencias de cooperación internacional, pasantias en servicios de otros
países o en postgrado de las universidades.
Hay
que tener en consideración, que los diferentes
países han ajustado la organización de sus servicios de atención
veterinaria teniendo como base, entre otros, los siguientes puntos: el
desarrollo local como base de la planificación, la descentralización técnica y
administrativa, la participación social, el fortalecimiento de la estructura de
campo y laboratorio, automatización de los servicios, acceso a Internet,
actualización de las bases legales, articulación Interinstitucional con
organismos del sector y los gobiernos regional y local, creación de una unidad
de asuntos internacionales y análisis de riesgo, capacitación continua del
personal, gestión de calidad del servicio y apuntalar sus convenios sanitarios de frontera y la
integración subregional y regional.
Las dependencias oficiales tienen que
protagonizar la conducción del fortalecimiento regional y local, al crear un
tejido social de sustentación para que los recursos manejados
descentralizadamente influyan positivamente en la calidad de gestión.
Al crear espacios de participación y
concertación, se aumenta la capacidad de respuesta de los servicios, y
simultáneamente se estimula el incremento de la incorporación de los
productores y de diversos segmentos de la sociedad vinculados a la pecuaria.
La intersectorialidad e integración con
otros programas y proyectos que estén en ejecución es una estrategia importante
para complementar acciones y maximizar el aprovechamiento de los recursos
humanos y materiales disponibles.
Articulación que lleva a incorporar a
las representaciones técnico-administrativas de instituciones de otros
sectores, como son investigación pecuaria, educación básica, media y superior,
medio ambiente, policía, fuerzas armadas, gobernaciones y alcaldías.
Siendo primordial la presencia de colegios
de profesionales, especialmente de médicos veterinarios, asociaciones de
ganaderos y organizaciones de otros segmentos de la cadena productiva animal.
Como son
frigoríficos, industrias procesadoras de carne, de la leche, del cuero, de la
farmacéutica veterinaria, productores de alimentos para animales,
transportistas y comercializadores de animales.
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