Consumidores aguantan sol para adquirir rubros básicos
Supermercados habilitan espacios para vender los productos regulados.
Angie Contreras C. El Universal
Los supermercados resolvieron el problema del aglomeración de personas dentro de los establecimientos, trasladado las colas a las calles y habilitando espacios especiales para la venta de los alimentos regulados.
En un supermercado en Santa Eduvigis, Caracas, colocaron en el estacionamiento una carpa en la que venden los productos de la cesta básica, cuando llegan al establecimiento.
Quienes necesitan comprar estos productos deben hacer la cola durante horas bajo el sol. algunos se protegen con paraguas y otros improvisan con cartón. Mientras tanto, en el interior del comercio se observa poca afluencia de clientes.
La semana pasada, la cola para comprar harina precocida de maíz bordeaba el establecimiento. Como llegó "suficiente", vendieron hasta ocho kilos por persona.
Fuentes del sector señalan que los supermercados han tenido que adoptar una serie de medidas para que la venta de los productos de la cesta básica "sea lo más ordenada posible", sin afectar a los clientes.
Afirman que dentro de los establecimientos ocurren todo tipo de situaciones, desde peleas por los productos hasta robos. Incluso "algunos se comen la mercancía mientras hacen la cola". La situación se había salido de control.
Pese a los numerosos llamados del Ejecutivo para que la población confíe en que mejorará el abastecimiento, las colas en los establecimientos siguen siendo una constante, no sólo en las cadenas privadas sino también en las redes públicas.
El abastecimiento de alimentos, y demás productos considerados de primera necesidad, sigue siendo intermitente.
Las dificultades para comprar rubros como harina, leche en polvo, aceite, azúcar, arroz, pasta regulada y café se mantienen.
Las restricciones en las ventas de estos productos, y de otros como el papel higiénico, lavaplatos, desinfectantes, champú, jabón de tocador, detergente, crema dental, entre otros, son una señal al consumidor de que todavía no se ha solventado la crisis del abastecimiento.
Desde que el precio del pollo aumentó a Bs 40 el kilo, en febrero, el abastecimiento del rubro ha mejorado. Los comerciantes afirman que ahora "hay de sobra, lo que no hay es quien pueda comprar el producto a ese precio".
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