¿Qué hacer si lo muerde una serpiente venenosa?

En Venezuela, las mapanares y tigras mariposas son las que más atacan. Las corales son las más venenosas pero, al igual que las cascabeles, no son agresivas. Cuatro médicos actualizaron conocimientos sobre cómo actuar en caso de un accidente ofídico.

GIULIANA CHIAPPE |  EL UNIVERSAL

Las serpientes más venenosas de Venezuela, las del veneno más potente, son las corales. Pero las que más muerden, las que más víctimas se apuntan, son las mapanares y las tigras mariposas. 

En Venezuela, el estudio médico sobre las mordeduras de serpientes venenosas, su diagnóstico y tratamiento ha sido poco profundo, debido a los escasos investigadores venezolanos dedicados al tema y a los ínfimos recursos que la Administración Pública le dedica. 

Sin embargo, este año, un grupo de cuatro médicos se dedicó, por cuenta propia, a actualizar conocimientos.

Los médicos Alexis Rodríguez Acosta, Alejandro Mondolfi, Rafael Orihuela y María Aguilar publicaron el trabajo académico ¿Qué hacer frente a un accidente ofídico? Un manual para el diagnóstico y tratamiento de las mordeduras ocasionadas por serpientes venenosas en Venezuela, edición actualizada 2015. 

La publicación se realizó en la revista científica venezolana digital Botica, disponible por www.botica.com.ve, que dirige Eva Godoy y edita Reinaldo Godoy.

Como dicen los autores, la mordedura de un ofidio venenoso genera pánico con toda razón. Pero el suministro de información ayuda a reducir mordeduras, identificar mejor a la serpiente -lo que facilitará diagnóstico y tratamiento- y a saber actuar en caso que se presente un accidente ofídico.

En Venezuela, las serpientes venenosas tienen distintas características. Las más potentes -las corales y cascabeles- son poco agresivas; las de mordida más salvaje -las cuaimas- se ven poco en el país y las que más atacan -mapanares y tigras mariposas- tienen un veneno menos letal que otras.

Mapanares y tigras

Estas dos especies de serpientes pertenecen a la familia ofídica Bothrops y son las responsables de 72% de los casos de este tipo de mordidas en el país. 

Si se trata a tiempo, la mortalidad es baja, de 0,7% de los casos y se eleva a 8% en pacientes no atendidos, según se establece en el trabajo académico publicado en Botica. 

Su mordida se manifiesta, por lo general, por evidentes alteraciones de la zona del cuerpo mordida, dolor de aparición rápida e intensidad variable, edema notorio, calor y rubor, que aparecen en las primeras horas del accidente. 

Cascabeles y corales

Las cascabeles, Crotalus, causan cerca de 15% de las mordeduras en Venezuela. Pero, al igual que las corales, que provocan 0,5% de los accidentes, evitan atacar al hombre. 

Al ser sorprendidas, las cascabeles hacen sonar su cola para advertir su presencia y evadir el ataque. Los síntomas son distintos a los que provocan las mapanares y tigras. 

En este caso, primero se presenta malestar general, náuseas y sudor, dolor y un edema limitado al sitio de inoculación del veneno. Después, el adormecimiento sustituye al dolor. En casos graves, puede haber paralización de músculos respiratorios.

Las mordeduras de coral, Micrurus, representan 0,5% del total de casos en Venezuela, y la mayoría ha ocurrido, según se establece en el documento médico, porque las personas se confunden y juegan con ellas, atraídos por sus hermosos colores. 

Los síntomas de envenenamiento aparecen de inmediato y son variados.

Cuaimas 

Una mordida de cuaima, serpiente del género Lachesis, es desgarradora, parece la de un perro. Por fortuna, en Venezuela prácticamente no ocurre. 

En el país, solo se ha identificado la Lachesis muta muta, llamada popularmente como cuaima concha de piña. 

Sus síntomas son similares a los de mapanares y tigras, con edema, necrosis, alteraciones hematológicas, cardiocirculatorias, neurológicas y trastornos gastrointestinales como diarreas y cólicos.