Mercados municipales pierden la pelea ante el “bachaqueo”
El Ejecutivo nacional a través de la Sundde y Sunagro tiene la responsabilidad de vigilancia de precio y colocación de alimentos y orden público en los establecimientos.
Yasmin Ojeda La Verdad
La escasez de productos resta los objetivos por los que fueron creados en la Cuarta República los mercados municipales. En Maracaibo, Las Playitas, Corito, Santa Rosalía, Periférico de La Limpia y Altos de Jalisco están llenos de comercios sujetos a un futuro incierto.
“Su suerte, al menos en los próximos meses va a estar determinada por la importancia que el Ejecutivo nacional les asigne en materia de distribución”, adelanta Gustavo Machado, economista, al ser consultado sobre el rol de los establecimientos.
“El tema de fondo es que mientras existan limitaciones tan importantes para incrementar la producción de alimentos, y exista restricción de divisas para importarlos, la oferta y disponibilidad de alimentos va a ser insuficiente y eso se va a ver reflejado en el funcionamiento de los mercados municipales”.
Y es que los centros de abastecimiento, ideados estratégicamente para atender a las comunidades, desde la década de los años 90 tienen la competencia de las cadenas de supermercados privadas. El crecimiento de los privados ha venido asumiendo los objetivos de colocación de alimentos y bienes.
¿A desaparecer?
El destino de los mercados gira en torno a la capacidad de ofrecer productos a las familias. El economista Machado señala que “la ampliación de la red privada como la gubernamental (Mercal, PDVAL y Bicentenario) generó una disminución de la importancia de los mercados.
Tenemos que recordar que en los últimos años, el Ejecutivo juega un rol muy importante en la distribución de alimentos. El destino final está plasmado en la guía de movilización que emite un organismo oficial (Sunagro)”.
La disminución del abastecimiento aunado a la política distributiva del Gobierno “ha tenido un impacto negativo sobre los mercados.
La preocupación está en la estabilidad de los empleos que ahí se generan porque en la medida que tiene menos nivel de actividad económica menos volumen de ventas, se dificulta el incremento de ventas y se verá más difícil sostener el funcionamiento de esos emprendimientos”.
Competencia municipal
No solo son afectados por la competencia, a los alrededores los comercios informales y “bachaqueros” interrumpen la operatividad de quienes tienen locales en el interior de las instalaciones públicas municipales.
De acuerdo con la Dirección de Servicios Públicos y Mercados Municipales, la Alcaldía de Maracaibo no puede intervenir porque “en el tema de precio en productos, la vigilancia y control es competencia de la Sundde”.
Y en orden público son los cuerpos de seguridad. “Todos los mercados municipales están en cuadrantes que maneja la Policía regional. No podemos intervenir. No tenemos injerencia”, asegura Reyes Ríos, director.
A lo interno y según las ordenanzas, el mantenimiento y cumplimiento de impuestos están dentro de las responsabilidades del ayuntamiento.
“La ordenanza es muy clara. Nosotros vigilamos que los mercados funcionen. Adentro no hay ninguno (tarantines y ventas ambulantes)”, precisa Ríos. Las coordinaciones persisten en revisión de la normativa sanitaria y seguridad de las estructuras.
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