EL CAMPO VENEZOLANO



"SI EL CAMPO CRECE, TODO EL PAIS CRECE, SI AL CAMPO LE VA BIEN, A TODA VENEZUELA LE VA BIEN"

15 mar 2014

En el interior el abastecimiento es crítico


TOMÁS SOCÍAS |  EL UNIVERSAL

Hay un refrán muy popular y bastante desagradable que dice: Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebras. Al parecer, en materia de abastecimiento, el dicho popular se aplica, porque en el interior del país la odisea para encontrar alimentos de primera necesidad es inmensa.

No hablamos solamente de las grandes capitales, sino de los poblados y pequeños asentamientos, donde la situación es muy crítica, no solamente por la escasez, sino por los precios que están muy por encima, incluso en el caso de los rubros regulados, repetimos, cuando se encuentran.

En el interior han disminuido las variedades y presentaciones de los rubros, a tal punto que hay casos de productos que han desaparecido por completo, como por ejemplo, la leche condensada. ¿Por qué este producto? se preguntarán, si no parece ser de primera necesidad. Pues en el caso de gran cantidad de hogares y de pueblos en el interior, este producto se usa para elaborar tortas que son el sustento de las familias. Ni hablar de harina de trigo u otros elementos que se requieren para los postres.

Las industrias tienen tan poca materia prima que la están empleando en fabricar los productos que tienen mayor demanda y les sirve para enviarla a la capital y a algunas ciudades grandes. De allí que el abastecimiento haya bajado a niveles tan graves.

Sabemos que desde las industrias y también de parte del Gobierno, hay interés por solucionar los problemas para que la reposición de inventarios se haga de manera rápida y que llegue a cada vez más lugares en todo el país, pero mantener la oferta no ha sido fácil, sobre todo en las últimas semanas.

La consecuencia es que en Valencia, Barquisimeto, el Furrial o San Fernando de Apure, se vean las colas en los expendios de alimentos, donde familias enteras pasan trabajo para conseguir lo que a diario pueden poner en la mesa.

Para poner el panorama peor, se sabe que hay personas que viajan a Caracas y otras capitales a abastecerse, porque hay rubros que tardan hasta un mes en llegar a las entidades. La situación en el interior es peor porque la red de carreteras no ayuda, además de la inseguridad y ahora el peligro de saqueos, como ocurrió hace poco en Carabobo, cuando un camión que iba con ganado vacuno se volcó y ya sabemos lo que los habitantes de la zona hicieron con los animales muertos o heridos, a consecuencia del accidente.

Los expertos en abastecimiento creemos que esta situación se agudizará en los próximos meses, si no se toman las medidas necesarias que hemos mencionado decenas de veces en esta tribuna, principalmente lo que tiene que ver con el acceso a las divisas, los permisos para importar y los conflictos en puertos y aduanas.

Ya casi estamos llegando al tercer mes del año y el país no ha arrancado, mientras que las industrias que se dedican a la producción de alimentos tienen cada vez menos materia prima e insumos.

Las mesas de diálogo, conferencia de paz o como sea que se denominen los encuentros que ha propiciado el Gobierno deben rendir sus frutos, pero de inmediato. Se debe pasar de la palabra a la acción, acelerando proceso como la entrega de dólares necesarios para hacer las reposiciones de inventarios.

De todo esto, hay que recordar siempre que el que lleva la peor parte es el ciudadano que debe pasar por la penuria de las horas de colas, muchas veces a pleno sol, donde han llegado al colmo de marcarlos con números. Esto, señores, genera una gran frustración y produce una baja en la autoestima del venezolano.

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