ATENDER
EL SECTOR AGRÍCOLA ES PRIORIDAD
Julián
Castro Marrero
En
la economía mundial el sector agrícola es sujeto a un tratamiento diferenciado.
Ya que es muy sensible, por su importancia en la seguridad alimentaria, el
papel que juega en el desarrollo del sector rural y la protección ambiental.
Además, por ser sostenido en su mayoría por una faja de la población de
características muy particulares, dadas por su vocación de agricultor y/o
criador; así como por el bajo rendimiento del capital invertido y su
dependencia de los avatares del clima.
Es
así en el ámbito mundial, que dentro de las políticas económicas, el sector es
considerado con subsidios y estrategias de protección. Como es el caso de bajas
tasas de interés para sus créditos, de las tácticas de importaciones por
contingencias y facilidades burocráticas y subsidios para las exportaciones.
También, en lo que corresponde a prioridad de inversiones por parte de los
gobiernos para fortalecer la infraestructura de servicios en el campo, como las
vías de comunicación, dotación de acueductos, escuelas y servicios de salud.
Venezuela
vive una crisis política, evidenciada por: las numerosas protestas ocurridas en los últimos
45 días, la decisión del gobierno de
realizar mesas de diálogos por la paz, y la visita de una misión de UNASUR con el propósito de
cooperar en el establecimiento de mecanismos
de dialogo.
Por
otra parte, en el escenario económico se registra una inflación del 56%, un
índice de escasez de 24.7, tres tipos de asignación de divisas a los
empresarios para el pago a sus proveedores y nuevas adquisiciones, un
ausentismo laboral del 20%, una alta
devaluación del bolívar y un sector agrícola enfrentando una contracción de
especial consideración.
Observando
la contracción del sector agrícola se identifica que actúan en el desestimulo
para la inversión: inseguridad jurídica, inseguridad por delincuencia, retrasos
en la consideración de los ajustes de precios, alzas en los costos y escasez de
insumos, intereses altos para el financiamiento (en comparación con otros
países de Sudamérica), despego bidireccional entre los gremios de productores y
el gobierno agrícola.
El
país se ha vuelto un importador constante de productos agroalimentarios, en los
últimos 10 años, oscilando las calorías importadas entre 40 y 55 % de la
disponibilidad total de energía para la población.
Siendo los principales
rubros importados los insumos para alimentos balanceados para animales (soya-maíz
amarillo-premezclas), grasas vegetales y animales, leche, azúcar, carnes y
pollo.
En
lo institucional gubernamental se observa un crecimiento en numero y tamaño de
los entes del estado que actúan en el sector. Con sobre posición de funciones y
una intervención directa como agentes económicos y de control sobre el sistema
agroalimentario.
Deterioro en la capacidad de servicios de sanidad animal y
vegetal. Deficiencias en la generación y divulgación de información
institucional y en especial de estadísticas sobre los diferentes aspectos del
sector.
La
crisis hace una coyuntura que brinda oportunidades para reconducir la marcha de
la agricultura y la cría, sobre las bases de una integración de los sectores
público y privado.
Construyendo espacios de participación y concertación para
diseñar políticas y estrategias que permitan introducir fortalecimiento y modernización de las
cadenas productivas, y aprovechar las
ventajas comparativas y potencialidades de cada rubro y región.
Hay
que institucionalizar una estructura de soporte a la manera participativa de
planificar y evaluar, para asegurar la continuidad administrativa de esta
manera de actuar, y que no se convierta en un asunto de momento.
Es crear los espacios,
establecer la frecuencia y los modos, de tal manera de fijar compromisos de las
partes privadas y oficiales involucradas, para que los programas se cumplan,
actualicen y crezcan en número, de acuerdo a las necesidades detectadas y los
recursos disponibles.
En
lo concerniente a los rubros priorizar en los bovinos para incrementar
disponibilidades de leche y carne, sin dejar de atender cerdos y aves, no
obstante en segunda prioridad al ser áreas que han mostrado un crecimiento
sostenido. Así como en lo vegetal cereales y leguminosas.
Políticas
que deben ser expresadas en programas. Estos con una elaboración consensuada, con
la intervención de representantes de los diferentes eslabones de las cadenas
productivas, universidades y organismos internacionales de cooperación técnica
y financiera, bajo la conducción de las organizaciones gubernamentales.
Lo cual
debe redundar en mejoramiento en la capacidad de gestión y racionalización de
la organización institucional que da soporte a la agricultura, cría y agroindustria.
La
gestión demanda de racionalización en las organizaciones gubernamentales y de
la coordinación entre los organismos para optimizar el uso de los recursos
disponibles.
Además, de aunar esfuerzos en la difusión de información sobre los
programas en marcha y a desarrollar; y para actualizar y mantener actualizadas
las estadísticas que permitan su seguimiento y evaluación.
Existe
el recurso natural, la infraestructura, el recurso humano y falta la voluntad y
postura política del como instrumentar.
Solucionemos Hoy, Hay Como Hacer, Para Luego Es
Tarde.
30/3/14
JCM. castromarrero45@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario