Werner Gutiérrez: “Es estrategia del Gobierno destruir el aparato agricultor”

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Tras varios años de declive económico en el país, uno de los sectores más golpeados es la producción agroindustrial. Venezuela era hasta el año 2007 aproximadamente, capaz de autoabastecerse y abastecer ampliamente mercados internacionales en rubros importantes como el maíz, el café, el arroz entre muchos otros. Es un pasado lejano.

Venezuela pasó de ser principal exportador a importar el 70% e insumos necesarios para el abastecimiento del sector alimenticio, según Werner Gutiérrez, profesor y exdecano de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia. 

Esta situación, además de representar una importante ausencia de comida en los anaqueles del país, acarrea una profunda pérdida en materia económica, cuando en vez de exportar alimentos para fortalecer la economía, se debe invertir para llevar la comida a la mesa del venezolano.

Gutiérrez aportó a Versión Final datos importantes en cuanto a la inminente crisis que sufre el sector agroindustrial en Venezuela, aseguró que en todos los campos venezolanos existen 34 millones de hectáreas con potencial agrícola, vegetal, forestal, animal y acuícola, pero desaprovechado. 

Por ejemplo, el maíz blanco, que este año se estima se importe hasta 61% de su existencia en los anaqueles.

Destacó que el rendimiento promedio de la producción venía incrementándose, llegó a un techo de 3.500 kilos por hectárea. 

Había tierra, maquinarias modernas y agricultores que sabían producir. 

Este era el país por el cual las empresas transnacionales ingresaban las tecnologías a América del Sur, como por ejemplo Ingenta y Bayern, que se radicaban en Venezuela para atender al Caribe. Esas empresas ya no están aquí.

Lamenta que Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Perú ocupen ahora un nicho que Venezuela dominaba. 

“Ellos son potencia y nosotros somos el rezago de la agricultura. 

Eso que se vivió con el maíz es lo que prácticamente se está viviendo con el arroz, con el café, con la caña de azúcar, que para nosotros eran rubros importantes”.

—¿En cuántos rubros nos autoabastecíamos y ahora aumentaron en importación?

—Teníamos 200 años de historia como exportadores de café. Llegamos a ocupar el tercer lugar en el mundo. 

Después bajamos al lugar número 10. Exportábamos más de 400 mil quintales por año y hoy en día Venezuela tiene una dependencia del café de alrededor del 82% del café que se consume, más o menos de 2 millones 200 mil quintales. 

En arroz por varios años consecutivos fuimos exportadores, a Colombia y al norte de Brasil. Hoy en día estamos importando el 50% del arroz que se necesita. 

El arroz es uno de los cultivos donde más avances tecnológicos había, con un rendimiento por hectáreas de 5 mil kilos promedio, ubicados entre los 5 mejores del mundo. 

Antes consumíamos arroces con 5, 8 hasta 10 % de granos partidos, en los años subsiguientes llegamos a comer arroces prácticamente con 0% de granos partidos. 

Hubo un avance en la agroindustria y todo esto se cortó a partir del momento que se le rompe la rentabilidad al cultivo. 

El ciclo norteverano que estamos por concluir solo se sembró el 27% de lo que se tenía previsto, se estimaba sembrar 100 mil hectáreas y solamente se sembraron 27 mil. 

Eso en términos de producción dice que el arroz sembrado hoy solo alcanza para un mes. 

La asociación de molineros de arroz advirtió al país que solamente teníamos en existencia 4 días de arroz en almacén.

—¿Qué puede apuntar sobre la producción de carne?

—Nos autoabastecíamos de carne bobino, pollo, huevo, papa y este año posiblemente pasemos a importar papa, Venezuela siempre se ha autoabastecido de papa, habían problemas puntuales y a veces se hacían importaciones, pero los balances dicen que el año pasado debimos haber producido 200 mil toneladas de papa y solamente estábamos produciendo 120 mil toneladas. 

Eso es grave, porque ya ese ciclo donde se debió sembrar en el año no se sembró por falta de semilla, si no llega de aquí a abril se pierde el segundo ciclo de siembra.

—¿Y las hortalizas y el azúcar?

—Si nos vamos por hortalizas de hojas, en el año 2014 hubo un excedente de hortalizas. Ahorita no hay semillas de hortaliza en el país para abordar la siembra, porque esa semilla es importada. 

Si este año no resolvemos ese problema de semillas Venezuela tendría que importar hortalizas, eso sería la punta del desastre en el país. 

La caña de azúcar, este año se van a cosechar 80 mil hectáreas de caña de azúcar, cuando nosotros logramos cosechar 299 mil hectáreas.

—¿En qué momento comenzó la debacle generalizada y cuales han sido los elementos que la indujeron?

—El efecto de caída donde empezamos a observar que comenzó a bajar la producción fue en 2007-2008 pero los errores se vienen cometiendo desde el 2002-2003. 

Errores como la Ley de tierras. que comenzó con las expropiaciones, eso le hizo un daño increíble al sistema venezolano, porque el Gobierno comienza a expropiar fincas que eran productivas y dejaron de serlo. 

Después con el control de precios tanto al agricultor como a la agroindustria, aunado a la in flación, eso genera desestímulo, porque no había rentabilidad, comienza a bajar la inversión en el sector y comienzan a dejar tierras sin producir y empresas sin procesar. 

El punto de quiebre más grande fue en 2010 cuando se expropia Agroisleña, esta suministraba maquinaria, semilla, sistemas de riego, fertilizantes, herbicidas, insecticidas, allá iban los productores de mil hectáreas con su cédula y se le abría una línea de crédito para insumos. 

Llegó a surtir el 70% del mercado de agroquímicos y semillas en el país en general.

—¿Cómo está hoy Agroisleña, conocida como Agropatria?

—Hoy en día no tiene insumos en lo absoluto, a pesar de que tiene el monopolio del 70%. 

El Gobierno todo se lo han colocado allí, las empresas que expropiaron se las dieron a Agropatria para que las distribuyera pero la escasez de insumos la dejan incapacitada para satisfacer el mercado. 

Hoy estamos a 45 días de iniciar el más importante ciclo de siembra en el país y no hay semilla de maíz en Venezuela, ni de arroz, ni hortaliza, no hay fertilizantes, herbicidas, insecticidas, fungicidas.

—¿Es este, el sector agrícola, el más golpeado por el gobierno de Hugo Chávez?

—Queda claro que es estrategia del gobierno destruir el aparato agricultor  venezolano, no hay otra explicación. 

Se nombró un nuevo gabinete agrícola y se dijo que se iba a priorizar la producción nacional. 

Wilmer Castro Soteldo anuncia un fondo para pagar los subsidios que se deben. Los productores de arroz, por ejemplo… a ellos les deben el subsidio desde el norte-verano 2014-2015, el invierno 2015 y el subsidio del norte-verano 2015-2016. 

Ellos iban a Caracas a conversar con el ministerio y fueron obligados a regresar a Calabozo. 

La deuda es de 10 mil millones de bolívares. 

Se anuncia que se acabó la importación y no les pagan para que puedan salir de deudas y abordar el ciclo que viene.

—¿Para qué potenciar un Ministerio de agricultura urbana si tenemos 34 millones de hectáreas disponibles?

—No se entiende, si tienes 34 millones de hectáreas y solamente estás usando 25%, qué llevarte la agricultura a la ciudad. 

Otro punto es que en se van a traer la agricultura a ciudades sin agua, que tienen régimen de racionamiento hídrico. 

Yendo más allá, ¿con qué insumos se va a trabajar? No hay semillas de hortalizas ni fertilizantes. Es demagogia, un factor efectista.

—¿Qué produce la agricultura urbana?

—Los rubros que anunció el Gobierno fueron acelga, calabacín, zanahoria, tomate y todavía el año pasado a pesar de la crisis salimos ‘tablas’ en cuanto al consumo de hortalizas. 

No hace falta. Hay otras prioridades como maíz, arroz, leche, carne, huevo, pollo, aceite.

—¿Nos encaminamos a ser un pueblo que pueda llegar a perder vidas por hambruna?

—Ya estamos. A mi modo de ver no estamos a puertas. Hay una crisis humanitaria por alimentos desde el año pasado. 

Y se han prendido alarmas como saqueos en el país. Hay una necesidad importante de alimentos en Venezuela.