¿Pintados en La Pared?

• PEDRO E. PIÑATE B.

El pasado 27 de febrero el Presidente anunció en cadena de radio y televisión el Plan Agrícola Zamora Bicentenario 2013-2019 que “contará con el apoyo de la milicia bolivariana, la Fuerza Armada Nacional y campesinos productores”. 

Según el anuncio, “más de un millón de toneladas de alimentos nacionales este 2016 serían producidos por más de mil milicianos y cinco mil campesinos participando en el área agroproductiva y de seguridad. 

La producción semestral será de 448 mil toneladas de alimentos, en 97 unidades de producción. 

En el área acuícola más de 100 mil toneladas en 470.569 hectáreas en las unidades agroalimentarias distribuidas en las 99 áreas de defensa integral de la milicia bolivariana. 

La FAN pondrá a disposición 4.500 hectáreas dentro de los fuertes militares, bases navales y bases aéreas. 

El plan estima lograr una producción en 2016 de 1.113.900 toneladas de alimentos de origen vegetal y animal”.

Dos días después, el 29 de febrero, la segunda titular nombrada del recién creado Ministerio de Agricultura Urbana, anunció el Plan Nacional para la Siembra Urbana, que en 100 días instalará 3.411 unidades agrourbanas, entre producción animal y vegetal. 

En un año proyecta instalar 10.500 unidades agrourbanas: 7.000 unidades de producción animal en las zonas periurbanas, en lo que han denominado conucos integrales de hasta dos hectáreas para la cría de pollos y gallinas y estudian la posibilidad de la producción porcina y caprina en las zonas más áridas, y 3.500 unidades de producción vegetal para sembrar rubros hortícolas y tubérculos. 

Además “puntualizó que la meta total es sembrar 5.000 hectáreas en un año para alimentar a 5 millones de personas (?), que representan 20 % de la población urbana del país”.

Al respecto desde el sector productor advertimos que el país sin alimentos, ni divisas, ni tiempo que perder, no está en condiciones de planes pseudo agrícolas que de seguro fracasarán. 

Hoy día lo que el país necesita es más producción vegetal y animal especializada por rubros de alimentos para abastecer desde el campo en forma masiva y costo eficiente a las ciudades. 

Por eso es equivocado pretender que la producción de subsistencia sea solución al hambre que nos amenaza. Nuestros agricultores y ganaderos no están pintados en la pared y no deben ser ignorados.