"Ahí Viene El Lobo"

Tiende a agudizarse la escasez de alimentos que sufre hoy Venezuela.

Pedro Piñate   El Universal

Es crónica y tiende a agudizarse la escasez de alimentos que sufre hoy Venezuela. 

En los expendios de todo el país no se consigue aceite, sardinas en lata, carne y pollo, leche en polvo, leche para infantes, mantequilla, queso blanco duro y semiduro, caraotas negras, huevos entre otros muchos alimentos. 

Ante tal situación, la alerta alimentaria sugiere que el Gobierno aparte sus dogmatismos a un lado y rectifique en sus fracasadas políticas que basadas en controles de precios y cambiario, y subsidios de todo tipo a las agroimportaciones, distorsionan la economía y desestimulan la producción nacional. 

Esto además de detener el terror agrario contra los productores privados, los únicos que aquí producen.

Los años que han pasado

Estas observaciones que escribimos en estas páginas de El Universal bajo el título"La escasez de alimentos" el 16 de junio de 2007, son demostrativas de los años que han pasado desde que comenzó a darse la alarma de "ahí viene el lobo". 

Sin sorprenderse, la respuesta gubernamental ha sido en todo este tiempo no ver, no oír, ni hablar al respecto tal como si no pasara nada. 

Finalmente, el lobo llegó pero no como el del cuento que se comió las ovejas. 

Este lobo del hambre come es gente: de hecho se está comiendo a 31 millones de venezolanos. 

Para ello los fue dejando sin alimentos y sin dinero para comprarlos a los precios que se han disparado, pues la inflación y la devaluación convirtieron el bolívar en la millonésima parte de un dólar.

Acciones y soluciones

Por todo esto, de advertir "ahí viene el lobo" pasamos a "el lobo ya llegó", mientras el país que clama es por acciones y soluciones, no acepta ver al Gobierno de brazos cruzados ante la crisis que causó, y que siga sin resolver. 

Menos que se lave las manos de sus responsabilidades. 

Ante el lobo del hambre que a todos nos quiere comer, se requieren medidas precisas, oportunas, no de sálvese quién pueda resultante de seguir sin resolver. 

De lo que se trata hoy día es salvarnos todos del hambre, y haciendo eso salvar la nación. 

Ésta, legado de nuestros libertadores que a sangre y fuego batallaron sin tregua ni cuartel, por desidia frente al hambre no se debe perder.