Ganaderos de Torres desesperados por falta de apoyo oficial

Hugo J. Boscán   El Impulso

Los productores agropecuarios de la zona de Montecristo, al oeste del municipio Torres, se encuentran al borde de la quiebra por las dificultades que confrontan para mantener sus rebaños.

Mauro Carrasco, de Ucambro, la asociación que los agrupa, dijo que la situación es sumamente grave, en primer lugar, por el verano que no permite el resurgimiento de los pastizales por la falta de agua, y el pésimo estado en que se encuentran las mal llamadas carreteras.

Afirmó que sólo pueden sacar la leche a los centros de consumo en vehículos a doble tracción debido a que los caminos se encuentran destrozados, y la gobernación de Lara o el Gobierno nacional, se preocupan en repararlos antes de que lleguen las lluvias y sea más dificultoso.

Carrasco se refirió a la reducción en la producción de leche explicando que los 25 mil litros que salían de las 100 fincas de Monte Cristo han quedado reducidos en un 40 por ciento.

A la falta de agua para la recuperación de los pastos y de las lagunas donde bebe el ganado, se agrega la carencia de asesoría técnica y de alimentos para los rebaños, pues en Agropatria no se consdigue nada, como denuncian productores de otras zonas del país.

Según afirmó, ellos mismos se encargan del control de las enfermedades como la aftosa, para lo que anteriormente recibían asesoría técnica por parte de organismos oficiales.

Agradece el apoyo que sí han recibido de Asocrica para el mejoramiento de los rebaños.

“Son 100 productores que se encuentran luchando para no salir de sus fincas a pesar de las dificultades que confrontan, porque si ellos no siguen aportando leche, queso, crema, suero y todos los rubros lácteos, el pueblo va a comenzar a pasar hambre”, expresó con un dejo de preocupación.

Dijo que algunos, cansados de aguantar penurias, ya han optado por ofrecer en venta sus pequeñas fincas, pero nadie se las compra por considerarlas no rentables ya que el precio que se paga por la leche no cubre los costos y nadie quiere trabajar a pérdida.