Alberto Gámez: Cortes eléctricos generan pérdidas millonarias
Rosmir Sivira El Impulso
En la zona industrial de Barquisimeto se han averiado maquinarias, cuyo valor estimado es de Bs. 600 millones, a causa de los inesperados apagones.
Así lo expresó el presidente de Fedecámaras-Lara, Alberto Gámez, también director nacional de la cúpula, quien expuso que en esta ocasión los empresarios "exigen una reunión urgente con la directiva de Corpoelec en la zona, a fin de discutir las estrategias a emplear para controlar o, al menos, contrarrestar, los apagones intempestivos que afectan a múltiples industriales y hogares.
A esto sumó que los cortes eléctricos se extienden hasta por más de cuatro horas, con lo cual algunas compañías pierden uno o varios turnos de trabajo, incluso días, puesto que a pesar de que cuentan con generadores propios estos no toleran tal tiempo de ausencia de energía.
En este sentido, Gámez detalló que las empresas metalmecánicas y metalúrgicas, en la zona industrial de Barquisimeto, mantienen comprometidas sus operaciones, motivados por los apagones inesperados, que ocasionan la pérdida de temperatura de las calderas de trabajo.
Al haber cortes constantes de este tipo, los equipos no alcanzan sus niveles óptimos, ya que les tomar hasta 48 horas recuperar los niveles de temperatura.
Agregó que los "picos” y "bajones” de tensión han sido de altísimo daño por las maquinarias, puesto que a pesar de que estas cuentan con protectores, la formulación de los mismos, puede que no sea capaz de soportar alternaciones de tensión tan rápidas. Por lo cual han registrado daños en sectores como la refrigeración.
Gámez sostuvo que la programación no sólo debe ser dada a conocer a industriales y público en general, sino también acordada con sectores de la región como el económico, a fin de que esta se establezca de mutuo acuerdo, con el menor daño posible a las partes.
Por su parte el presidente de la Cámara de Industriales de Lara, Giorgio Reni Casas, señaló que el sector no cuenta con los insumos (materia prima, personal y otros), ni las condiciones estructurales (servicios, vialidad y otros) para mantenerse en producción.
"En Venezuela no se cuenta con elementos tan sencillos como la energía eléctrica, lo que nos crea un grave problema y un costo adicional a la falta de materia prima”, expuso Reni Casas, quien señaló que una pequeña empresa, de apenas 35 trabajadores, puede registrarse una pérdida de hasta 350 horas de trabajo por hombre, por semana, con cortes de dos horas y media interdiarios, lo que compromete gravemente las finanzas y producción de la misma.
En este sentido, precisó que los tiempos y las frecuencias de los cortes se han incrementado en un 50% en las últimas semanas, a escala industrial, comercial y residencial.
Reni Casas destacó que según estadísticas de Corpoelec, el mayor consumo de energía en Lara es residencial y no industrial, puesto que este último representa menos de 20%.
Por ello, no comprende el sometimiento a la industria.
El representante de los industriales en Lara sostuvo que el verdadero problema reside en la falta de inversión y gerencia en la compañía eléctrica de Venezuela.
Empresas desesperadas
Jorge Murillo, propietario de una empresa fabricante de urnas, señaló que en la Zona Industrial 1, donde se ubica su compañía, suspenden inesperadamente el servicio eléctrico tres veces por semanas, durante cinco horas, lo que les impide laborar como de costumbre. Precisó que las suspensiones ocurren en las horas de mayor productividad de la empresa.
Asimismo, señaló que anterior al racionamiento podía fabricar 30 urnas por días, pero actualmente sólo alcanza a acabar seis u ocho de estas, lo que le genera grandes pérdidas.
En tal sentido, indicó que con la escaza materia prima y otras problemáticas, alcanzaba a laborar al 40% de su capacidad operativa, pero con las fallas energéticas a penas labora al 20% de sus condiciones.
Calificó este como un cierre técnico de su compañía, un "perjuicio exagerado”.
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