Cierran granjas avicolas por falta de incentivos
Hugo J. Boscán El Impulso
Una gran cantidad de las granjas avícolas existentes en las parroquias Juan de Villegas y Águedo Felipe Alvarado, al oeste o noroeste de Barquisimeto, han suspendido sus operaciones durante los últimos meses debido a que sus propietarios no pueden soportar los gastos que acarrean y la falta de incentivos requeridos para funcionar.
La mayoría de ellas operaban en base a convenios con grandes empresas, algunas de ellas transnacionales, que se encargan de suministrarles la materia prima, pollos bebé, alimentos y vacunas, correspondiendo a los avicultores la responsabilidad de criar los animales y entregárselos al lograr el peso requerido, dos kilos 200 gramos o dos kilos y medio.
Una vez que esto ocurre, el avicultor desconoce el destino de su producción y, aunque resulte increíble, tampoco sus ganancias por el trabajo realizado en beneficio de la empresa con la que tenga el convenio.
Como sólo recibe la materia prima, el criador debe correr con otros gastos que en la mayoría de los casos no pueden ser cubiertos con el dinero que le entrega el matadero, como el agua, que deben adquirirla a camiones cisternas, los galpones, las cortinas protectora, energía eléctrica, bebederos, ventiladores, comederos etc.
Puso como ejemplo las cortinas que cubren los galpones, cuyos rollos pasaron a costar hasta 70 mil bolívares cuando antes costaban 9 mil.
"Nosotros entregamos los pollos pero no sabemos a cuanto nos los pagan porque ellos (las empresas), se rigen por una tal tabla de conversiones y al final nos entregan determinada cantidad sin muchas explicaciones", explicó Israel Parra, quien junto a su hermano Orlando y otros miembros de la familia, es propietario de la granja El Gran Parral, ubicada al oeste de Barquisimeto, a un lado de la vieja carretera hacia Carora.
Dijo que debido a que la cría de pollos ya no resulta rentable han tenido que cerrar muchas de ellas y otras siguen operando pero a media máquina.
"A tal extremo ha llegado la situación que hemos tenido que desarmar un galpón para reparar otro porque los costos de los materiales se han vuelto inaccesibles y no tenemos ganancias para hacerlo.
La granja El Gran Parral producía unos 600 mil pollos al año, bajaron a 120 mil, luego 80 mil y últimamente llegaron a cero, encontrándose en la actualidad prácticamente paralizada, salvo tres galpones donde tienen bebés aportados por el ministerio de la Alimentación como parte del programa Alianza que se está iniciando en Lara.
"Este es un experimento que esperemos de resultados para que la producción avícola pueda recuperarse", expresó Israel Parra. Tratamos de comunicarnos con el presidente de la asociación que les agrupa, José Meléndez, en busca de mayores datos sobre el particular, pero no fue posible
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