La OIT denuncia la detención de una quincena de empresarios en Venezuela
La Organización Internacional del Trabajo ha denunciado la detención de empresarios relacionados con la distribución de medicamentos, atención hospitalaria y alimentación. Los empresarios creen que los poderes especiales otorgados a Maduro para enfrentar las sanciones decretadas por Obama las cosas van a empeorar.
LaInformacion
La Organización
Internacional del Trabajo ha mostrado su preocupación por la reciente
detención en Venezuela de
al menos quince importantes empresarios responsables de firmas relacionadas
con la distribución de medicamentos,
atención hospitalaria y alimentación.
En una carta dirigida al Gobierno venezolano, a la que ha tenido
accesoABC,
el director general de la OIT, Guy
Ryder, señala también que la Federación de Cámaras y
Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela han denunciado «la ocupación
de toda la red de supermercados Día a Día», que han sido transferidos a la
cadena de establecimientos del Estado tras su incautación.
Ryder subraya «la gravedad de los hechos denunciados» y cree que
las medidas adoptadas por el Ejecutivo venezolano pueden crear un clima de intimidación que
obstaculice el desarrollo normal de las actividades comerciales.
Entre
los empresarios detenidos se encuentran Carlos Rosales Briceño, presidente de la
Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales, y Luis Rodríguez,
presidente de la Asociación Nacional de Supermercados y Autoservicios.
En los últimos tiempos, el gobierno de Nicolás
Maduro ha ordenado la detención de varios responsables
y administradores de comercios a los que culpa de la cada vez más grave
escasez de productos y a quienes acusa de «sabotaje», acaparamiento de
bienes y «guerra
económica»para desgastar al régimen.
Los empresarios, sin embargo, denuncian que la escasez es
resultado de una economía dirigida desde el Estado que, a través de los
controles de cambios y de precios, han conseguido distorsionar por completo el
funcionamiento de la economía del país.
Estas detenciones son propias del modo de proceder del Gobierno
venezolano, obsesionado con controlar la economía del país y con acabar con
cualquier tipo de oposición. La OIT se convierte así en uno más de los
organismos internacionales que se vuelven contra los métodos dictatoriales del chavismo.
Se teme
que, con sus poderes especiales, Maduro recrudezca las represalias y la
represión contra empresarios y opositores bajo la excusa de estar luchando
contra una conspiración liderada por EE.UU. Jorge Roig, presidente de
Fedecámaras, recuerda que los empresarios «no somos políticos» y solo tiene una
petición: «Déjenos trabajar en paz necesitamos
reglas del juego justas y no la ley de Precios Justos».
Para avanzar en las soluciones de la crisis, también solicita
reanudar el diálogo de los empresarios con el gobierno, roto desde hace meses
porque Maduro ha privilegiado la agenda política por encima de la económica.
«La agenda política es la que más ruido hace e impide que salgamos de la
crisis».
«Los empresarios tienen miedo a caer en manos de la ley», dice
Roig, quien subraya: «A los empresarios
encarcelados se les ha dificultado el derecho a la defensa
y al debido proceso judicial». La situación de los empresarios con Maduro es cada
vez más apurada, denuncia Roig: «Ahora, con la petición de los poderes especiales que
ha solicitado a laAsamblea
Nacional para enfrentar las sanciones que ha decretado
el presidente Obama contra algunos funcionarios venezolanos, las cosas van a empeorar».
El anuncio de Washington incluye el bloqueo de bienes que
pudieran tener en EEUU siete funcionarios del Gobierno de Maduro, a
los que Washington acusa de violar los derechos humanos durante las protestas antigubernamentales
que se vivieron en el país en 2014.
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