Confagán: “No hay novillos para el abastecimiento de carne”
Mataderos se quedan sin animales que beneficiar ante la crisis del sector agropecuario, que demanda revisión. Confagán-Zulia advierte de caída de producción por escenarios de sequía y falta de insumos que encarecen la estructura de costos.
Yasmin Ojeda
Productores, mataderos y carniceros tienen malos pronósticos para la colocación de la carne. Jorge Prado, vicepresidente de Confagán, al salir de una reunión con la Redi Zulia, informó que “no hay novillos para el abastecimiento de carne por el verano” que golpea a la región desde hace dos años y la cadena de “problemas” presente en el campo.
No solo hay “preocupación” por el precio del novillo. El sector alerta de la estadística que indica que “no hay novillos que vender al norte del Zulia. Solo Sur del Lago está sacando”. Y los mataderos “no tienen actividad” por la caída de las recepciones de ganado a beneficio.
Sobre la mesa de discusión con militares y funcionarios públicos, Prado recalcó la gravedad de la producción, desde la falta de alimentos concertados a la exigencia de guías de movilización por Insai y Sunagro en zonas “donde ni siquiera hay un computador, mucho menos Internet” para solicitar la documentación en un sistema colapsado por la demanda de usuarios.
“Exhortamos al Gobierno nacional a revisar la estructura de costos. Teníamos que ejecutar un plan de perforación de pozos en tiempos de verano muy fuerte que no se hizo, hacer importación el año pasado de maquinaria que tampoco se hizo… Y hay productores presos por movilizar en sus camionetas alimento concentrado para los alimentos y por no tener las guías están detenidos. Eso no puede ser”, reclamó Prado.
Las dificultades para producir en tiempos de escasez y altos precios de insumos asoman las consecuencias. Una fuente representante de mataderos que pidió no ser identificada aseguró a La Verdad que la situación es “crítica”.
“El lunes y el martes los mataderos cercanos a Maracaibo sacaron todo lo que tenían. La semana que viene no hay carne si no se resuelve la situación”. Los dueños de mataderos no se arriesgan a beneficio de vacunos. “Hasta el día sábado recibieron animales. Esta semana no hay nada”.
Desde Confagán-Zulia se estimó una baja. El Zulia tiene una colocación promedio de 30 por ciento del abastecimiento nacional. “Para este año no llegaremos al 10 por ciento.
Vamos a tener serios problemas con la carne. Es una situación que se advirtió por el fuerte verano y la estructura de costos”, precisó Prado.
Ayer un grupo de carniceros organizados concretó una reunión con la Secretaría de Gobierno del Zulia. Y es que en las carnicerías de Maracaibo y San Francisco expenden las pocas reses beneficiadas de ganaderos del Sur del Lago.
Prado informó que la zona es la que “menos” siente los impactos climáticos de la sequía. Distribuyen la producción que pueden ante la crisis en la Costa Oriental y parte de Perijá y la Guajira.
María Márquez, administradora de una carnicería, instó a revisar toda la cadena cárnica para establecer un precio adecuado a los costos de producción en cada eslabón y las demandas del sector, primero, por las necesidades en la cría y engorde de animales.
Recalcó que el precio regulado para los cortes es insostenible para mantener empleados y gastos.
Comentario al Articulo:
Víctor Hugo Fernández Morales, Presidente en Inlavaca
La Verdad
Ing. Jorge Prado, director de CONFAGAN-ZULIA; la semana pasada, el presidente de tu organización (José Agustín Campos), afirmo, en un programa de TV, que la producción del hato ganadero nacional abastece el 70% del consumo de carne bovina por parte de la población venezolana y ha dicho también en reiteradas oportunidades, que tanto la producción nacional como el consumo per-cápita de carne, son los más elevados alcanzados en Venezuela en las últimas décadas.
También ha ratificado Campos, la información suministrada por el MAT, donde se afirma que la producción de leche, superó en el año 2014 los 2.700 millones de litros, si esto así, se podría entonces afirmar que la producción de leche ha crecido en los últimos ocho (8) años, a un ritmo ininterrumpido del 11% inter-anual.
Esto se desprende al compararla con la cifra de producción de leche correspondiente a 2007, último dato que oficialmente fue publicado estadísticamente por el ejecutivo nacional.
Esta supuesta tasa de crecimiento de la producción de leche, “triplica” el promedio interanual en el mismo período de tiempo de países latinoamericanos donde la lechería está altamente consolidada y exportan sus excedentes, tales como Brasil, Costa Rica, Argentina, Chile y Uruguay.
Ahora bien, siendo que nuestra ganadería tropical es de “Doble Propósito”, esto es, para quienes no conocen el tema, se produce leche y también carne, ya que salen de las fincas novillos y toros gordos mestizos, así como vacas y novillas de descarte que van a matadero, lo cual significa un aporte del 55 al 60% de la producción total de carne nacional, por lo tanto, existe una correlación directa entre la producción de leche y carne en Venezuela.
Entonces amigo Prado, ¿si hay tanta leche como confirma el presidente de CONFAGAN, el Sr. Campos, porque no hay suficiente producción carne, hasta en subregiones donde no deja de llover como en el Sur del Lago?; siendo que el suministro es intermitente, o existe desabastecimiento admitido por el BCV en los últimos cinco años, no obstante las inmensas importaciones de Brasil, Uruguay y Nicaragua; ¿o es que miente sistemáticamente este personaje?, y si es así, entonces ¿a quién representa esa organización presidida por José Agustín Campos?..., no obstante ello, dejándole el beneficio de la duda y si yo estuviera equivocado con mi apreciación, ¿podrías darme una explicación técnica sobre lo planteado?.
De todas maneras, te felicito a ti en lo personal y te ratifico mi estima y respeto, por hablar con claridad y honestidad sobre el tema ganadero venezolano, lamentable sí, que sea desde una “carpa” que al igual que FEGAVEN perdieron hace mucho tiempo su legitimidad y representatividad.
Cordialmente, amigo, Ing. P.A. MgS. Víctor Hugo Fernández M.
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