Palmeras Diana paraliza operaciones y causa pérdidas de frutas de aceite
El 18 de diciembre, la caldera de procesamiento de extracción de la fruta se averío. En enero se dio una reapertura que duró tres días. Desde esa fecha se complicó la colocación de la producción. Jorge López, palmero, señala que se cerró la recepción.
Yasmín Ojeda Ruiz La Verdad
La propuesta de hacer que el Sur del Lago sea un emporio de producción de aceite de palma para el consumo humano y productos derivados está en “peligro”. Después que el Gobierno impulsó el aumento de las hectáreas de cultivos de 10 mil a 56 mil, y la expropiación de la empresa Diana para fortalecer las operaciones, la planta paralizó la recepción de fruta de palma.
El 18 de diciembre, la caldera de procesamiento de extracción de la fruta se averío. En enero se dio una reapertura que duró tres días. Desde esa fecha se complicó la colocación de la producción. Jorge López, palmero, señala que se cerró la recepción. Los cultivados pierden cosecha. No tienen adonde enviar las toneladas porque las industrias más cercanas están colapsadas.
Enviar a Pacasa, empresa también en mano del Gobierno, tiene “rezagos” en las actividades. Los camiones pasan horas para vaciar las unidades. Las colas son “grandes” y no tienen la capacidad para atender a todo el sector.
López explica que en la empresa San Simón, intervenida por el Ejecutivo, se hace extracción de la fruta. Su ubicación a miles de kilómetros impacta los costos de producción de los pequeños cultivadores. Los transportistas no quieren ir porque tardan mucho en descargar y además tienen problemas con el combustible”.
El cierre de Palmeras Diana, por desperfecto de la maquinaria, cuelga las expectativas de crecimiento de la zona en Jesús María Semprún. Hasta dos mil toneladas diarias se calcula la recepción proyectada.
Los productores hacen desde 2013 reclamos por las complicaciones de mantener el plan de agricultura. “Hay escasez de mano de obra”, asegura López. “No tenemos quién nos compre la fruta, para llevarla a otro sitio lejano es más costoso y no tenemos cómo recogerla porque no hay trabajadores. Estamos mal. Muchos problemas. No hay dolientes en el Gobierno por lo que debía ser el proyecto bandera”.
Insta al Gobierno a atender la situación. “Es urgente porque pasa el tiempo y se pierde la cosecha. Hay mermas”. Asomó una salida temporal: “necesitamos que Palmera nos compre la fruta y la coloque en otras plantas”.
La cifra
Cae envío de cinco camiones semanales a dos, sin garantía de recepción en las plantas foráneas.
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