Morir de hambre / Opinion de RAFAEL MARTÍNEZ NESTARES

La hambruna es una calamidad del mundo. Una de las condenas de muchos pueblos de África es la carencia de alimentos y, adicionalmente, la extrema pobreza junto a la escasez de recursos para lograr un desarrollo sostenible. Las líneas anteriores serán tema de una próxima entrega a nuestros lectores.

Visión Agropecuaria

El presente artículo va dirigido a revisar un terrible acontecimiento que cercenó pueblos, que conmovió a naciones y que fue preludio a la expansión comunista en Europa, estableciendo lo que denominaron muchos "la órbita soviética", constituida por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y los países que conformaron su eje de acción económica, militar, política y social.

La estrategia de someter o aniquilar a los pueblos usada por la crueldad de quienes detentan el poder en países totalitarios comunistas se extendió por diversas naciones de la Europa del Este. 

En el presente artículo pretendemos recordar, el sometimiento del pueblo ucraniano por el régimen soviético de Yosif Stalin, en los años 1932-33. 

El pueblo de Ucrania denominó este período "Holodomor" o "Golodomor" que significa "matar de hambre". 

Para la época en mención, Ucrania como otros países del este (Polonia, Letonia, Lituania, Eslovenia, Georgia, entre otros) eran naciones eminentemente agrícolas. 

La revolución industrial no había llegado a la mayoría de estos pueblos y, la actividad agrícola, en ausencia de una actividad de intercambio internacional favorecía modelos económicos autárquicos. 

De esta forma, someter al campesinado, arrebatarles la tierra fue una estrategia articulada desde el poder, desde Moscú.

Recordemos que, la privatización de la tierra y la aparición de los cercados en la Edad Media mostraron el inicio de la propiedad privada, que ulteriormente produciría el fin de los señores feudales y el surgimiento del modelo capitalista. Justamente por eso, el régimen comunista soviético pretendía revertir ese proceso e instaurar un modelo colectivista de propiedad denominado "koljós", que era supervisado por las comunas socialistas a cargo del partido comunista y la "policía política" como brazo represor. 

De esta forma, se exigía la totalidad de la producción con un modelo de explotación de la tierra sin réditos para los campesinos. 

Esto obligó el sometimiento del campesinado ucraniano, el saqueo de las granjas y almacenes, así como la política comunicacional soviética de la época que culpaba de la escasez de grano de las granjas a los campesinos ricos"kuláks" y por esto no se lograban las cuotas establecidas de producción de alimentos. 

Es así que, la propaganda del "régimen soviético" acusaba del sabotaje -y la guerra a la colectivización- a los "kuláks", que habrían acaparado y destruido las cosechas y ganados, como método de oponerse al proceso de colectivización, justificando así las requisas efectuadas por la policía política soviética.

Ucrania calcula en hasta diez millones los ucranianos muertos durante 1932-33, aunque otras cifras hablan de siete millones de fallecidos, y el gobierno ucraniano sostiene que la hambruna fue planificada y dirigida por el régimen soviético. 

"La hambruna de 1932-1933 fue una de las mayores catástrofes humanitarias de la Historia", así afirma el Gobierno de Ucrania.

Nos unimos en oración por las víctimas del genocidio contra el pueblo ucraniano entre 1932-33 y esperamos que los foros internacionales reconozcan y velen porque estos actos de lesa humanidad no se repitan en lo futuro en ninguna parte del mundo.