EL CAMPO VENEZOLANO



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1 mar 2015

Soberanía alimentaria se quedó en promesa.
Ni con importaciones el gobierno garantiza la soberanía alimentaria. El presidente de Fedeagro indicó que el Estado dispone de 75% de tierras con potencial agrícola, pero no las trabaja.
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DULCE MARÍA RODRÍGUEZ    el nacional

La Misión Alimentación surgió en abril de 2003 con el propósito de garantizar a la población el acceso a los alimentos y lograr la denominada soberanía alimentaria, pues se esperaba tener un suministro seguro y fácil durante todo el año. 
Sin embargo, esto no ha ocurrido, afirman productores agrícolas. 
En  marzo de 2014 el entonces ministro de Agricultura y Tierras, Yván Gil, aseveró que el gobierno tenía la meta de lograr que la producción agrícola nacional cubriera 90% de las necesidades del país. Para ello ofreció apoyar al productor y sustituir las importaciones de las cuales depende la alimentación de los venezolanos. 
El objetivo sigue lejos de cumplirse por factores que son analizados por voceros de los productores del campo.
Antonio Pestana, presidente de Fedeagro, indica que el monopolio de Agropatria en el suministro de agroquímicos y semillas los ha perjudicado porque despacha los insumos llegan con retardo, cuando ya han pasado las cosechas. 
En 2010 el gobierno expropió Agroisleña y la convirtió en Agropatria. A partir de ese año la empresa estatizada asumió el control del despacho de insumos agrícolas, financiamiento a los productores y asistencia técnica.
Pestana asegura que cinco años después de la expropiación el gobierno no ha entendido un punto central: “La siembra de cada rubro tiene un tiempo que no se puede postergar”. 
Agrega que han tenido que recurrir a proveedores internacionales y pagar con sobreprecio para salvar las cosechas. “Nunca seremos competitivos frente a los alimentos importados a una tasa de cambio a 6,30 por dólar”, afirma.
“En los últimos tres años las importaciones de herbicidas, fertilizantes y semillas de pasto, equipos biológicos y vacunas realizadas por Agropatria solo han satisfecho 50% de las necesidades de los agroproductores”, afirma Pestana.
Otro inconveniente que ha impedido el incremento de la producción nacional es la falta de repuestos de alta rotación para tractores, cosechadoras y camiones. Además, no se ha invertido en la renovación de maquinaria que ya cumplió su vida útil.
También el rezago en los precios de la cosecha de muchos rubros ha obstaculizado el fortalecimiento de la cadena agroalimentaria nacional.
A la situación se suma la intervención de tierras que el Ejecutivo llama “rescate”. 
Los productores opinan que la medida ha generado destrucción de la producción, pérdida de fuentes de trabajo, más escasez de alimentos para atender el consumo interno e irrespeto a la propiedad privada. 
El presidente de Fedeagro indica que se calcula que el Estado dispone de 75% de las tierras con  potencial agrícola, pero que no  las trabaja. 
“El Ejecutivo quiere hacer ver que el problema de abastecimiento de alimentos está en la distribución y la verdad es que se origina en la producción”, acota.

Consecuencias 
“La roya y la broca acabaron con 70% de las fincas cafetaleras”, señala la directora de café de Fedeagro, Dioleidis Páez, que precisa que de 120.000 toneladas aproximadamente que se produjeron en 2013 se descendió a 40.000 quintales en 2014, lo que significa una baja de 66%, según datos oficiales. 
“El sector cafetalero atraviesa la crisis más severa de los últimos años. Prevén que tardarán 4 años en volver a generar cosecha”, apunta.
Con respecto al azúcar, en 2014 la producción nacional se ubicó en 514.000 toneladas: 80% elaborada por los 6 centrales azucareros privados y 20% por los 10 controlados por el Estado. 
Este año 8 centrales estatales no han comenzado a operar. Calculan que en 2015 la producción caerá 12%, en especial por el rezago de los precios.
El presidente de la Federación de Asociaciones de Cañicultores de Venezuela, José Ricardo Álvarez, informó que de 1,2 millones de toneladas de azúcar que se consumen en el país al año, en 2014 el gobierno importó 745.000 toneladas, lo que  equivale a 62% de la demanda del mercado.

Importaciones como solución 
El gobierno ha tratado de llenar los anaqueles con importaciones; sin embargo, no lo ha logrado. 
Al analizar las importaciones por secciones arancelarias para el periodo de enero-julio de 2014, destacan las de la sección productos "Agrícola Vegetal y Animal", con una participación de 16,7% y un valor de 3,43 millardos de dólares, de acuerdo con datos que presenta el Instituto Nacional de Estadística en su página web.
La Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional aprobó el año pasado créditos adicionales por 22,4 millardos de bolívares (3,5 millardos de dólares) para la compra de alimentos.
Estadísticas del Banco Central de Venezuela para 2014 indican que por lo menos nueve alimentos de la dieta básica dependen de importaciones en un rango de entre 20% y 100%, según el producto.
En el caso de la leche líquida UHT el instituto emisor señala que la producción local solo cubre 20% de la demanda, por lo que 80% tiene que importarse. 
La dependencia de las compras externas de leche en polvo llega a 90%, según los últimos datos del organismo: 10% es producción nacional.

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